Sant Miquel de cultura y fuego

El gran día de las Festes de Tardor, el dedicado a Sant Miquel, se dividió entre cultura popular, danza, magia y fuego, mucho fuego. La jornada, calurosa haciendo honores al tradicional veranillo de esta época, arrancó con todos los elementos populares tomando el Eix Comercial para hacer las delicias de los pequeños y mayores que habían abarrotado las calles. Diables, el Ball de la Moixiganga, el de Moros i Cristians, los Bastorners del Pla de l’Aigua, los cavallets, los capgrossos, los Nanos de Xàtiva (invitados especiales en esta edición de los festejos), los gegants, el Marraco, la Ilerband, el Àliga y el resto de elementos festivos de las diferentes agrupaciones de la ciudad partieron de la plaza de la Paeria para iniciar un recorrido hasta los alrededores del IEI y retornar hasta Sant Joan, todo ello aderezado con diferentes actuaciones durante el pasacalles para acabar con un baile final de lucimiento.

De la cultura popular se pasó a la danza que llenó el escenario y el resto de la plaza de Sant Joan. Corrió a cargo del Esbart Dansaire Sícoris Ballet Ciutat de Lleida, con bailarines mostrando sus pasos y movimientos al ritmo de canciones tradicionales, la mayoría de ellas con raíces pirenaicas.

La danza, protagonista del escenario instalado en la plaza Sant Joan y el Mag Lari, del de la Llotja

Y después llegó el turno del fuego, el gran protagonista de la noche de las Festes de la Tardor. La pólvora empezó a tomar el ambiente de la avenida Blondel con el correfoc protagonizado por la cuarentena de integrantes de la colla infantil de los Diables de Lleida. Y finalmente lo invadió todo con la XXII Gran Nit de Foc, a la que estuvieron invitados el Drac Agremont de Agramunt, la Puput de Alcarràs, el Griu de Tarragona, la Víbria Voladora Lacunalba de Canyelles, Els Marraquets, el Drac Carrincló, los Diables de Lleida, los Dimonis dels Trons, el Xip-Xap, la Banda Retocada, los Carreter-Colla de Gralles y Lo Marraco, con decenas de kilos de pólvora para la fiesta más ‘infernal’.