La Biblioteca Pública revive su pasado

La delegación leridana del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Catalunya (CEESC) dedicó ayer la celebración del Día Internacional de la Educación Social del 2 de octubre a los 30 años del cierre de la antigua maternidad de Lleida, situada en la actual sede de la Biblioteca Pública. Además, ayer también se celebraron los 20 años de la puesta en funcionamiento de este equipamiento en Rambla d’Aragó, tras el cierre de la maternidad y la posterior remodelación del edificio por parte del arquitecto leridano Daniel Gelabert, que se inauguró 10 años después. La directora de la Biblioteca Pública de Lleida, Antònia Capdevila, encargada de presentar el acto, anunció que para finales de año el edificio estrenará una señalización para que los visitantes pueda identificar las antiguas partes de lo que fue la casa de la maternidad. El antigo hospicio, impulsado por la Junta Provincial de Beneficencia de la diputación de Lleida del momento, se ingaururó en 1899 y acogió a cientos de niños abandonados. Muchos porque su familia no los podía mantener, otros eran fruto de relaciones fuera del matrimonio, o de criadas que quedaban embarazadas y no podían hacerse cargo de su hijo. Así lo explicaba el doctor en Antropología Social y Cultural, profesor de la Universidad de Lleida y trabajador social, Xavier Pelegrí, uno de los encargados del cierre de la casa de la maternidad hace 30 años tras la publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) del decreto por el cual se creaba la Dirección General de Atención a la Infancia de la Generalitat de Catalunya, y que puso fin al sistema de beneficencia tal y como se conocía hasta el momento, y que llevó a los menores de la maternidad a los hogares infantiles del Torrevicens.

Por otro lado y después de este viaje al pasado, la educadora social, colegiada y miembro del Colectivo de Protección a la Infancia del CEESC, Carmen Redondo, se refirió a la situación actual de los menores y adolescentes en situación de riesgo, y explicó que “hoy en día la situación es insostenible” y que los trabajadores sociales necesitan de más ayudas por parte de las autoridades, ante una situación que, según Redondo, es cada vez más “preocupante y dificil de controlar”.