HISTORIA MEMORIA
Se cumplen 311 años del asedio a Lleida del ejército de Felipe V
Las luces de fiesta del día del Pilar, el pasado viernes 12 de octubre, ocultan un tanto la memoria histórica en Lleida, ciudad que precisamente poco tiene que celebrar en una fecha de triste recuerdo. Y es que, en el marco de la Guerra de Sucesión –que culminó con la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714–, siete años antes, la noche del 12 al 13 de octubre de 1707, comenzó el bombardeo de las murallas de Lleida y el posterior asalto de las tropas borbónicas de Felipe V, que se tradujo en la quema de todo tipo de edificios y en crímenes como el incendio del convento del Roser, donde perecieron numerosos civiles que se habían refugiado con la vana esperanza de que se respetaría el espacio sacro, o también del edificio del Hospital de Santa Maria, donde ciudadanos refugiados fueron pasados a cuchillo. Han pasado 311 años desde aquel triste episodio protagonizado por un ejército borbónico de 25.000 soldados, enfrentado a apenas unos 1.700 que defendían Lleida, junto con un millar de ‘miquelets’ y 800 vecinos miembros de la milicia. Eso sí, la resistencia fue numantina porque las tropas austriacistas y los vecinos refugiados en la Seu Vella y el Castell del Rei todavía aguantaron un mes, hasta el 11 de noviembre, cuando la falta de agua potable y una virulenta epidemia de disentería con un millar de muertos provocó la capitulación final ante las tropas de Felipe V. Lleida pasó de tener unos 6.000 habitantes a solo 2.400, tras los muertos en combate, los ahorcados y los exiliados. Paeria y Estudi General fueron abolidos y la Seu Vella se convirtió en un cuartel militar.