Expediente de Salud por la charla para “sanar” el autismo

La Generalitat abrirá un expediente sancionador contra los organizadores de la polémica conferencia que promueve la ingesta de clorito de sodio para “curar” el autismo y que, “no haciendo caso” a la advertencia del departamento de Salud de que podrían afrontar una multa de hasta un millón de euros por difundir información de una sustancia prohibida por el Agencia Española del Medicamento, ayer se acabó celebrando en el almacén de un particular, en Balaguer. Más de un centenar de personas asistieron a una ponencia en la que el horticultor y fundador de la asociación Dolça Revolució, Josep Pàmies, aseguró que “estamos hartos de las dictaduras y las leyes injustas están para incumplirlas. Nos acusan de ser timadores pero nadie puede callarnos”. A pesar de que también participaron como ponentes Enric Cerqueda y Sisco Florez, el invitado estrella fue el químico puertorriqueño Gregorio J. Placeres, quien asegura haber “sanado” a un total de 138 niños con un tratamiento a base de esta sustancia química. Placeres, quien subrayó que “jamás he pedido dinero a las familias a las que he ayudado porque lo único que quiero es la felicidad de los niños con autismo”, explicó que “antes de comenzar el tratamiento debemos hacer una evaluación a través del test online ATEC, cuya puntuación nos mostrará el nivel de autismo. Los niños que yo considero que están curados, son los que acaban consiguiendo una puntuación del -10”. Para ello, “debemos calcular las dosis diarias de clorito de sodio en función del peso”. El puertorriqueño reivindicó que “este tratamiento no está aprobado por los organismos oficiales pero he podido descubrir que mata todas las bacterias y los metales que tenemos en el cuerpo”. Y es que, para el ponente, que también promueve ingerir un vaso de orina todas las mañanas, “el autismo no es una enfermedad, es una intoxicación provocada por metales pesados del cerebro”.

La charla, que en un principio tenía previsto celebrarse en el Ecocentre Pàmies Vitae de la capital de la Noguera, se canceló hasta en dos ocasiones debido a las quejas de colectivos sanitarios. Los organizadores tenían previsto trasladarla a Zaragoza, aunque también allí se anuló.