SEPELIOS TOTS SANTS
El coste mínimo de un entierro ronda los 2.000 € en las comarcas de Lleida
La calidad del ataúd, las coronas y el lugar del nicho pueden disparar el precio
Un sepelio tiene un precio mínimo de dos mil euros en Lleida, una cifra que incluye un ataúd de calidad estándar, la reserva del espacio para el velatorio y la ceremonia parroquial, según informan funerarias del llano y el Pirineo. La incineración supone plus de hasta 1.100 euros, pues los restos deben trasladarse al horno crematorio de Lleida ciudad.
Morirse no resulta precisamente barato. El coste mínimo de un funeral ronda los 2.000 euros en las comarcas leridanas, y la elección de los mejores ataúdes, las coronas, la lápida y el nicho pueden disparar su precio hasta más allá de los cuatro mil. Según una funeraria del llano de Lleida “las familias optan por sepelios de poco más de dos mil euros, aunque lo que más encarece el entierro son las tasas de los nichos, cuyo precio varía en cada municipio y puede alcanzar los 1.500€ en los mejores pisos”. En el caso de Lleida ciudad, la ordenanza municipal estipula que la tasa para la concesión de nichos oscila entre los 482 y los 1.916 euros, estos últimos para las sepulturas en la segunda fila. Los servicios funerarios mínimos incluyen la reserva del espacio para el velatorio y un ataúd de calidad baja-media, así como la ceremonia parroquial. “Normalmente los más allegados encargan flores para honrar a los fallecidos, lo que supone un plus de entre 50 y los 200 euros”, explica. También supone un coste añadido la incineración, con una tarifa de 350 euros por el servicio de traslado al crematorio de Lleida ciudad. El gerente de un tanatorio del Pirineo explica que la crisis económica provocó que cada vez más los familiares reduzcan la calidad de los servicios contratados. Así, escogen maderas más económicas para el féretro, lo decoran con menos flores o recortan el número de recordatorios. El precio medio de hace unos años rondaba los 2.800 o los 3.000 euros, pero ahora los servicios contratados no superan los 2.400 euros. “Antes nos podían llegar familias que escogían ataúdes de gama más alta, como algunos de marcas italianas que hacían incrementar el servicio hasta los 3.500 o incluso 4.000 euros, pero ahora estas categorías son testimoniales”, explica el responsable de la funeraria. La opción de la incineración es bastante reducida en el Pirineo y tan solo el 12% de los servicios contratados son incineraciones. Cuando se da el caso, las funerarias trasladan al difunto hasta Lleida, el lugar más próximo donde disponen de horno crematorio. El coste ronda los 1.100 euros e incluye el traslado, la incineración y la urna para las cenizas.