La ingeniera Núria Carretero recoge el premio Alumni UdL reivindicando el potencial de Lleida

“La informática y la inteligencia artificial tienen la clave del futuro, no tenemos que tener miedo de entrar en estos campos”, afirmó ayer la ingeniera informática leridana Núria Carretero tras recoger el premio Alfons de Borja de la asociación Alumni UdL de antiguos alumnos y amigos de la Universitat de Lleida. Con estudios que comenzó en la Caparrella y desarrolló en la Escola Politècnica Superior de la UdL, Carretero trabaja desde 2007 en la multinacional farmacéutica Roche, en su sede en Basilea (Suiza), donde desempeña el cargo de responsable de gestión estratégica de proyectos de tecnología aplicacada a la investigación clínica. ‘Sucesora’ en este premio honorífico del director de la Fundació Vall d’Hebron, Joan Xavier Comella (2017), del piragüista y medallista olímpico Saül Craviotto (2016) o del presidente de Repsol, Antoni Brufau (2015), Carretero es la primera mujer en recibir esta distinción en las ocho ediciones del galardón, que cuenta con el patrocinio del Grupo SEGRE y el Banco Santander.

La premiada aseguró que “este es también un reconocimiento al esfuerzo de la Escola Politècnica y, sobre todo a la gente del mundo técnico y en especial a las mujeres que trabajamos en este campo”, recordando en este sentido su época de estudiante, “cuan- do de aquellos primeros 132 alumnos solo 5 éramos chicas; ahora ha mejorado pero no aún lo suficiente”. Especialista en inteligencia artificial, la galardonada hizo una defensa a capa y espada de la “cooperación” entre el hombre y la máquina en un futuro que ya es presente, aunque también advirtió que “hay cosas que una máquina no podrá hacer nunca: innovar y ser creativa o tomar responsabilidades”. Eso sí, alertó que “muchos de los trabajos que conocemos hoy en día desaparecerán, pero surgirán nuevas profesiones, muchas de ellas que aún no podemos ni imaginar, sobre todo en labores de tratamiento y estudio de datos”. En su discurso en el salón Víctor Siurana, muy didáctico y plagado de ejemplos, Carretero recordó con emoción cuando tenía 10 años y, de la mano de su padre frente a la sede de IBM en Barcelona, le dijo “algún día seré directora aquí”. Y lo consiguió: “Mi trabajo durante 11 años en IBM me permitió trabajar y vivir en Barcelona, Madrid y París y me abrió las puertas del mundo de la dirección de proyectos internacionales”. En este sentido, felicitó a la Universitat de Lleida por crear hace 27 años los estudios de informática en la Escola Politènica porque “¡desde Lleida podemos cambiar el mundo!”. De hecho, destacó que “ya lo estamos haciendo gracias también al Parc Científic i Tecnològic de Gardeny”.

Núria Carretero recibió el premio Alfons de Borja en el salón Víctor Siurana arropada de la familia, representantes de la UdL y Alumni y de los patrocinadores, el Grupo SEGRE y Banco Santander. La galardonada recogió una escultura del artista Miguel Ángel González y una acuarela de Joaquín Ureña, que no pudo asistir al estar convaleciente de una intervención quirúrgica.

El presidente de Alumni UdL, Josep M. Moragues, destacó el crecimiento de esta asociación, que ha superado los 8.100 inscritos, y puso otra nota emotiva al recordar al padre de la galardonada, el desaparecido artista leridano Márius Carretero, que “hoy estaría muy feliz y satisfecho”. Por su parte, el rector de la UdL, Roberto Fernández, reivindicó una ley de mecenazgo; felicitó a Alumni UdL por su “papel clave en la vinculación entre sociedad y universidad” e invitó a Núria Carretero a ser “embajadora de la UdL en el mundo”. También agradeció el patrocinio del Grupo SEGRE, que “siempre pone en valor lo que se hace en la UdL y nos obliga a no bajar la guardia con su espíritu crítico”, y el del Banco Santander, destacando su apoyo a la investigación universitaria, como las recién creadas Becas Santander Erasmus para cursar estudios en cualquier centro educativo de la Unión Europea.