Dos décadas de Pessebre Vivent

Linyola inauguró ayer su Pessebre Vivent, que cumple 20 años y se convierte en el único municipio del llano de Lleida que mantiene esta tradición estas Navidades. La representación viene tras cancelarse el año pasado por la situación política en Catalunya. Y ahora, vuelve más reivindicativo que nunca, con escenas como la del tradicional caganer encerrado en una prisión en el infierno. Paralelamente, se ha instalado al inicio del pesebre una exposición gráfica con imágenes retrospectivas de todos estos años. El público puede admirar también 50 escenas, muchas de ellas relacionadas con antiguos oficios de la demarcación, tal y como explicó ayer el presidente de la Associació del Pessebre Vivent de Linyola, Jaume Pedrós. No faltan escenas más tradicionales como la anunciación a los pastores o la de la Natividad. El montaje, cuyo recorrido está trazado cerca de la iglesia, cuenta con la implicación de 150 figurantes. Asimismo, un gran mural de 120 m², obra de la artista Ana Pulido, se ha integrado en el recorrido. A la salida, los visitantes se encuentran las calderas de Pedro Botero. Y el público, una vez finalizado el recorrido, puede participar en una votación para escoger qué personaje debe arder en su fuego. La previsión es llegar a los 4.000 visitantes en los cinco días de representación. A parte, para incentivar la participación, se repartirán unas 12.000 entradas para los menores de 10 años en los parques de Navidad de las comarcas de Lleida. El pesebre se repetirá los días 29 de diciembre y 1 y 6 de enero.

El pesebre viviente de Ardèvol cumple 25 años El pesebre viviente de Ardèvol cumple este invierno 25 años de historia. Para celebrar la efeméride, la ruta por las más de 40 escenas que pueden verse se ha alargado para deleite de los visitantes. La escenografía cuenta este año con más de 250 figurantes que actuarán los días 29 y 30 de este mes y los días 1, 12 y 13 de enero con dos pases diarios. Uno a las 18.30 horas y el otro a las 19.30.