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La Granadella revive la barbarie
Una cuarentena de ‘soldados’ retrocedieron 80 años en el tiempo para conmemorar los bombardeos y combates de la Guerra Civil || Recrean por primera vez la entrada del ejército nacional
Un hospital de sangre, soldados, cañones, bombas, trincheras, sirenas antiaéreas, un camión y mucha, mucha pólvora. Ayer no faltaba prácticamente nada en La Granadella para retroceder ochenta años en el tiempo y revivir los bombardeos y combates que arrasaron la localidad durante la Guerra Civil. Aunque las bombas asolaron a los vecinos durante más de una semana, la jornada más trágica se vivió el 24 de diciembre de 1938, cuando murieron cuatro personas, entre ellas dos niñas. Para recordar el miedo a la barbarie que se vivió durante esos días, una cuarentena de ‘soldados’ de los grupos de recreación Ejército del Ebro, la Associació Catalana de Coleccionistes d’Uniformes Històrics (ACCUH) y DidPatri, entre otros, escenificaron el episodio bélico con todo tipo de detalles. Además del bombardeo de la vigilia de Navidad en la plaza Pla de la Vila, rememoraron por primera vez la entrada del ejército nacional, que no lo tuvo nada fácil. “Después de un primer combate en la plaza, los soldados del bando nacional se pensaban que no quedaba nadie del bando republicano y los ametrallaron desde el campanario”, explicaba ayer el secretario del Ejército del Ebro, Pere Ventura, al mismo tiempo que añadió que “con ese ataque sorpresa dejaron muy tocados a los nacionales y, mientras que subían a lo alto del campanario, el francotirador pudo escapar bajando por el cable del pararrayos”. “Desde diciembre de 1938 a febrero de 1939 se emprendió la última fase de la guerra, con la toma de los últimos pueblos en Catalunya”, apunta Ventura, mientras recuerda que “estas recreaciones permiten que la gente aprenda historia de una forma diferente, con vestimenta y armas que se acercan mucho a las de la época”.
En esta línea se expresa también Josep Maria Navàs, uno de los organizadores de la conmemoración, que explicó que La Granadella fue un cruce de fuerzas durante la Guerra Civil. Según apunta, en la localidad había una escuela de comisarios que sirvió de refugio, aunque finalmente fue arrasada por el bando nacional. Allí se refugiaron también dos niñas que jugaban en un patio y un soldado las salvó del impacto de una bomba, aunque más tarde “murieron tanto las niñas como una docena de comisarios”. Por su parte, el alcalde de La Granadella, Carlos Gibert, se mostró satisfecho con la afluencia de público en la primera jornada de la conmemoración, que atrajo a más de 500 personas que querían descubrir parte de nuestra historia. Por este motivo, Gibert llamó a la participación de la administración pública para documentar el paso de la guerra por las comarcas leridanas, pues “la herida que provocó aquel conflicto y sus consecuencias aún está abierta, por lo que necesitamos inversiones que nos ayuden a documentar todo lo que pasó y recojan el testimonio de los pocos que lo vivieron y quedan con vida”. Entre los actos que organizó ayer el ayuntamiento de La Granadella para conmemorar el 80 aniversario del bombardeo destacó también una visita guiada por algunos de los refugios durante los ataques, así como la inauguración de una exposición con postales y propaganda de la época. Sin embargo, las actividades para conservar la memoria histórica comenzaron el sábado con la conferencia Síria, la destrucción de un pueblo, en la que el refugiado sirio Hussan Alahmad (en la foto de la izquierda) explicó sus vivencias y las consecuencias de la guerra en su país. Hoy, el homenaje se trasladará a El Soleràs, donde tendrá lugar una visita guiada a la fosa común en el antiguo cementerio (10.00 horas) y una recreación histórica del combate en los hospitales de sangre de la época. El programa continuará por la tarde con un ciclo de conferencias.