Despidiendo el año a lo grande

Desde las distintas comarcas de Lleida, miles de personas despidieron el 2018 y dieron la bienvenida al año entrante llenando locales de ocio, discotecas, polideportivos o plazas mayores. Entre las propuestas más originales, las Targanades de Tàrrega, que cambiaron su emplazamiento habitual en la plaza Major (que está en obras) por el Laberint, la intersección entre las calles del Carme y Santa Anna. Cientos de personas, la mayoría jóvenes, acudieron a las tres de la madrugada para dar la bienvenida al 2019 con otras 12 campanadas. Por su parte, en Lleida, destacaron los cotillones de la Fonda del Nastasi con varias salas temáticas, o la fiesta que acogió la Llotja.

En Mollerussa, el ayuntamiento organizó por primera vez un cotillón con una cena en el pabellón 19 de Març, y un fiesta en polideportivo 11 de Setembre a la que asistieron unas mil personas. La plaza Major de Cervera fue el escenario en el que centenares de personas celebraron la fiesta de año nuevo, donde hubo uvas y cava para todos los asistentes para posteriormente continuar la fiesta en el polideportivo, donde varios Djs amenizaron la velada hasta altas horas de la madrugada. En Les Borges, la fiesta se celebró en el pabellón Francesc Macià y contó con la animación musical del grupo de versiones AlbaRock y La Banda del Drac. Por su parte, en Tremp fue también el pabellón el que acogió la cena y posterior cotillón, animado por la orquestra Cotillón. Otros municipios como Agramunt o Alcarràs también escogieron sus polideportivos municipales para despedir el año.

Lleida, Tàrrega, Mollerussa o Cervera, celebraron por todo lo alto la entrada del nuevo año

Por otro lado, el lunes, el popular Home dels Nassos, típico del folklore catalán, se volvió a pasear, como el año anterior, por las calles de la capital del Segriá, tras varios años sin que este personaje saliese el último día del año. Esto ha sido posible gracias a la iniciativa Grup Cultural Garrigues. Muchos quedaron sorprendidos ante su presencia al encontrárselo el Eix Comercial. Turistas que no sabían de la existencia de esta costumbre preguntaban si se trataba de un ayudante de los Reyes Magos y aprovechaban para hacerse fotos con él.