Iker, el primer leridano de 2019

Iker se convirtió ayer en el primer leridano del año 2019. Hijo de una pareja que reside en Aitona, nació a las 6.22 horas en el Arnau de Vilanova de Lleida, donde su madre, Marta Espax, trabaja como enfermera en la planta de maternidad. Tras el parto, se declaró “fotuda, pero contenta” tras el esfuerzo para dar a luz a un niño que pesó 4,2 kilos y midió 53 centímetros. “Ha costado, es muy grande”, apuntó. Conocer por su profesión todas las incidencias que pueden surgir durante un parto no contribuía a tranquilizarla cuando ingresó en el hospital, pero sí lo hizo saberse en manos de compañeros a los que conoce.

El nombre del recién nacido fue elección del padre, apuntó ella. “No me dejaron llamarlo Dionisio”, bromeó su progenitor, Dionisio Cañas. Iker es el segundo hijo de esta pareja, que hace 16 meses tuvo una niña, Noa. La habitación del hospital donde los cuatro descansaban se se llenó de visitantes a mediodía. Recibieron la felicitación de la teniente de alcalde de Lleida Montse Parra, que les regaló flores y un oso de peluche; y del Gremi de Forners, que celebra el primer leridano con un año de pan gratis para la familia. Tras ellos, las cámaras y micrófonos de un enjambre de periodistas. “El niño ha nacido siendo famoso, llegará lejos”, comentó con humor la madre de Iker.

Primera catalana, en Terrassa Emma Romero se convirtió ayer en la primera catalana del año, al nacer a las 0.13 horas en el hospital Mútua de Terrassa. Pesó 3,3 kilos y sus padres, Núria y José, apuntaron que el parto duró 11 horas. “Parecía que no quisiera salir”, dijeron. Se le detectó una fisura, aunque “el pronóstico es bueno”, añadieron.