SUCESOS MENORES
Montserrat dice que apoyó a la víctima de tocamientos
Imagen de archivo de la abadía de Montserrat.
El monasterio de Montserrat negó ayer, a través de un comunicado, haber encubierto durante dos décadas los presuntos abusos sexuales que sufrió el entonces escolta Miguel Ángel Hurtado, a la edad de 16 años. En este sentido, la comunidad explicó que fue la propia víctima y sus familiares los que declinaron, en su momento, presentar denuncia por lo sucedido. Hurtado ya hizo público en 2016 que sufrió abusos sexuales por parte de un sacerdote cuanto era menor y promovió entonces una petición al Congreso, que reunió más de 300.000 firmas, para que estos delitos no prescriban, aunque hasta ahora no había revelado dónde y quién había abusado de él. Así las cosas, y tras haber señalado al padre Andreu Soler como el supuesto autor de los mismos, Hurtado acusó tanto al antiguo abad de Montserrat Sebastià Bardolet como el actual, Josep María Soler, de tapar lo sucedido.
Por el contrario, Montserrat sostuvo ayer que, durante todos estos años, la comunidad ha prestado apoyo moral y económico a la presunta víctima que, hasta 2015, según su versión, declinó entrevistarse personalmente con el padre abad. De hecho, los monjes admitieron haber pagado a Hurtado hasta 8.600 euros para sufragarle la terapia psicológica y los honorarios de su abogada. Esta cantidad fue devuelta a la comunidad por el joven después de que fuera publicado un libro ensalzando la figura del padre Andreu Soler como fundador del movimiento escolta en Montserrat y máximo responsable del mismo durante 40 años.
El presunto autor de los abusos, el padre Soler, fue recluido en el Santuario del Miracle, en Riner
Con todo, el monasterio reafirmó su “rotundo” rechazo hacia los abusos sexuales a menores de edad por parte de clérigos. “El monasterio se quiere reafirmar en la condena más absoluta de los abusos cometidos contra menores, expresar su total apoyo a las víctimas y su firme voluntad de actuar con total transparencia”, concluyó en su comunicado.
Después de ser acusado de los abusos, el padre Andreu Soler fue recluido en el Santuario del Miracle, en el término solsonense de Riner.
