ENTREVISTA FEMINISMO
Laura Freixas: «Nuestra sociedad margina a las mujeres, en especial a las madres»
LAURA FREIXAS | escritora
Es uno de los referentes de la lucha a favor de la igualdad en el mundo de la cultura, que le llevó a fundar la asociación Clásicas y Modernas hace una década. La escritora barcelonesa Laura Freixas estuvo recientemente en Lleida para impartir una charla sobre el papel de la cultura en la (des)igualdad.
A veces existe la convicción de que la desigualdad entre hombre y mujeres es una cosa del pasado.
Sí, y me sorprende mucho que la gente pueda creerlo cuando es evidente que en la sociedad actual está totalmente presente. Ya no está presente en las leyes de manera tan explícita, aunque la realidad es que las mujeres trabajamos de forma gratuita cuidando a las personas dependientes o gestionando una casa, cobramos menos por el mismo trabajo, tenemos mucho más riesgo de padecer violencia y tenemos una vida limitada por el miedo a la violación o la agresión. Además no tenemos acceso a las posiciones de poder y de autoridad, por lo que seguimos estando muy lejos de la igualdad.
¿Hay machismo cultural?
El mundo de la cultura no ha sido nunca igualitario. Hasta yo me creía al principio de mi carrera como escritora que la cultura es un mundo aparte, donde todos somos iguales. Sin embargo, las posiciones de poder dentro de la gestión editorial, el cine o la academia siguen estando ocupadas por hombres y los autores de los relatos siguen siendo sobre todo hombres, tanto en el audiovisual como la literatura.
¿Cuándo comenzó su lucha a favor del feminismo?
Crecí en la época franquista, en una sociedad en la que la injusticia hacia las mujeres parecía una cosa clamorosa. No quería ser mujer si esto quería decir ser un cero a la izquierda y estar subordinada a los hombres, sin importar mi opinión, por eso me hice escritora. Para mí escribir era huir de todo esto y estar en un territorio en el que no había jerarquías, donde solo valía la creatividad. Pero luego me di cuenta de que esto no funcionaba así, que en la cultura las mujeres éramos vistas como intrusas o como una cosa exótica. Esto lo vi hace veinte años cuando empecé en esta profesión y me indigna, por lo que desde entonces lucho por corregirlo.
En algunas de sus obras como El silencio de las madres y otras reflexiones sobre las mujeres en la cultura se ha centrado en la visibilidad de la maternidad. ¿Cree que no se habla suficiente de este tema?
Sí, los grandes temas de la cultura son las experiencias de los hombres, como por ejemplo la guerra, la lucha por el poder o la conquista. En cambio, las experiencias de las mujeres como la maternidad están excluidas de la cultura. Vivimos en una sociedad que margina a las mujeres y que considera que las buenas madres solo son aquellas que son impersonales, entregadas y sacrificadas, que no son nada más que madres. Siempre he querido transmitir el mensaje de que una de las cosas que faltan en la sociedad es entender a las madres como personas, no como estereotipos.
Hace apenas unas semana surgió una polémica en Lleida que ponía el foco en las letras machistas de los cantantes de trap. ¿Qué opinión le merecen estas canciones?
Creo que los derechos humanos están por encima de la libertad de expresión, y esta no se puede utilizar para hacer apología del delito, la violencia o el odio. Mucha gente dice que no hay un estudio que demuestre una relación directa entre escuchar canciones o ver películas violentas y ejercer la violencia. Pero sí hay una relación directa entre escuchar este tipo de canciones y la indiferencia social respecto a la violencia que se ejerce hacia otros colectivos.