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Multitudinario homenaje a la Mare de Déu del Blau
Unas cincuenta niñas y jóvenes llamadas Blau participaron ayer en el homenaje que cada año se le rinde a la Mare de Déu del Blau, la virgen que les da nombre. El acto, impulsado por la asociación MdD del Blau, tuvo como escenario la Catedral Nova, lugar en el que se halla desde hace más de una década la escultura de la virgen. La ceremonia empezó con una misa oficiada por el Obispo de Lleida, Salvado Giménez, en la que participaron un gran número de asistentes y a la que siguió la tradicional ofrenda de la luz, en la que todas las niñas, acompañadas por sus familiares, depositaron ramos de flores y velas a los pies de la estatua para honrar la figura de la madre de Dios, a la que, según cuenta la leyenda, le salió un moratón en la cara cuando en el sigo XV el artista encargado de tallar la imagen, que tenía que decorar la puerta de los apóstoles de la Seu Vella, le propinó, por envidia, un golpe de martillo a la pieza realizada por uno de sus alumnos al ver que era más bonita que la que él mismo había esculpido. El acto finalizó con una chocolatada con coca para todas las asistentes que se repartió en la puerta de la Catedral. La celebración de esta festividad es para muchas de las familias asistentes una “tradición muy bonita que no debería perderse”, ya que Blau es un nombre muy arraigado a la ciudad y aseguran que “es un nombre extraño de escuchar fuera de Lleida”. Y aunque muchos de los asistentes desconocían el origen del nombre cuando se los pusieron a sus hijas, es un apelativo muy utilizado a día de hoy, y prueba de ello es el gran número de bebés llamadas Blau que ayer participaron por primera vez en los actos con sus seres queridos, los que afirmaron que “seguiremos asistiendo mientras nuestras hijas sean pequeñas”.