El Vaticano investigó por pederastia a un párroco del Urgell y Les Garrigues

El Vaticano investigó por pederastia al sacerdote Josep Maria Font Solé, actual párroco de Arbeca, Sant Martí de Maldà, Nalec, Belianes, Els Omellons, Maldà, Rocafort de Vallbona, Vilet y encargado del santuario de la Mare de Déu del Tallat de Rocallaura. El arzobispado de Tarragona investigó a dos sacerdotes, Josep Maria Font Solé y Francesc Xavier Morell, hasta ayer párroco de Constantí, tras ser denunciados en junio de 2015 y noviembre de 2016, respectivamente, por “presuntos tocamientos a menores con finalidad libidinosa”.

En ambos casos, se ordenó una investigación previa de los hechos y se informó del resultado a la Congregación para la Doctrina de la Fe (Vaticano). En el caso del cura de estas parroquias del Urgell y Les Garrigues, el arzobispado “adoptó medidas disciplinarias proporcionadas a los hechos probados”. Josep Maria Font Solé, nacido en Constantí, ejercía entonces en Cambrils y fue cesado en junio de 2015, según informó ayer Tarragona Digital. Quedó apartado durante dos años y en julio del año pasado fue nombrado rector de las parroquias leridanas. Este periódico intentó contactar sin éxito con el arzobispado de Tarragona y con Josep Maria Font Solé. Al parecer, este párroco actualmente no puede impartir catequesis a niños, según ha podido saber SEGRE.

Arbeca, Sant Martí de Maldà, Belianes, Vilet, Els Omellons, Rocafort de Vallbona y El Tallat

El arzobispado de Tarragona condenó todo abuso sexual, de poder y de conciencia, “especialmente cuando haya sido cometido por un clérigo contra un menor”, e invitó a denunciar ante la comisión encabezada por el promotor de justicia de la institución. También pidió perdón y mostró su compromiso para reparar según justicia los daños espirituales y morales causados a las víctimas.

Renuncia el rector de Constantí investigado por pornografía El párroco de Constantí, Xavier Morell Rom, presentó ayer su renuncia como rector de la parroquia tras las presiones ejercidas por algunos feligreses y el ayuntamiento tras conocerse que estuvo dos años apartado mientras se le investigaba por una denuncia de abusos. El sacerdote, que se ocupaba de la rectoría de las parroquias de Sant Feliu Mártir de Constantí y Sant Sebastià de La Canonja, en Tarragona, explicó en un comunicado que ha decidido ausentarse “un tiempo”, pese a que los hechos ocurridos no le impiden ejercer su labor. El sacerdote afirmó que haber tomado la decisión “por el bien de las parroquias y de acuerdo con el arzobispo” de la diócesis, el leridano Jaume Pujol. Morell fue citado a declarar antes de 2010 en una investigación civil por un caso de pornografía infantil, que finalmente fue sobreseído por el juez, aunque el arzobispado lo apartó preventivamente de su ministerio e informó al Vaticano mientras llevaba a cabo una investigación interna que concluyó que no había cometido delito, por lo que le rehabilitó el pasado año. Este nuevo caso llega tras la denuncia por abusos contra el sacerdote Pere Llagostera, que ejerció de párroco de Constantí durante años.

El papa admite que sacerdotes y obispos abusaron de monjas

El papa asumió ayer que el maltrato y abuso a monjas por parte del clero “es un problema” que “todavía se hace”, al tiempo que denunció que “la mujer es considerada de segunda clase”. “Es cierto, dentro de la Iglesia ha habido clérigos que han hecho esto. Y yo creo que todavía se hace: no es que se acaba cuando te das cuenta. Desde hace tiempo estamos trabajando en esta problemática y hemos suspendido y expulsado a algunos clérigos, así como deshecho alguna congregación religiosa femenina que estaba muy relacionada con este fenómeno”, señaló el pontífice. Durante una rueda de prensa en el avión de regreso a Roma tras su viaje de apenas 40 horas a Abú Dhabi, el pontífice dijo que se trata de “una corrupción” y enmarcó los abusos en un contexto histórico fuera de la Iglesia. “El maltrato de las mujeres es un problema. Yo osaría decir que la humanidad todavía no ha madurado: la mujer es considerada de segunda clase”, aseguró, añadiendo que “es un problema cultural que llega incluso al feminicidio”. “¿Hay que hacer algo más para erradicarlo estos casos? Sí, y tenemos la voluntad de hacerlo”, zanjó el pontífice, quien afirmó que “quiero que la Iglesia salga adelante”.