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¿De madre solo hay una?

Más de 3.000 parejas de Lleida conviven con hijos no comunes, un 36% más que en 2014 || Aumentan las llamadas “familias enlazadas” y, también, las monoparentales, 17.200 en la provincia

Caterina y Harvy se conocieron en Nicaragua y viven en Castellserà.

Caterina y Harvy se conocieron en Nicaragua y viven en Castellserà.SEGRE

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Más de 3.000 parejas de Lleida conviven con hijos no comunes, un 36% más que en 2014. Son las llamadas “familias enlazadas”, un fenómeno social al alza. Una asociación, con presencia en Ponent, reivindica el papel de los “padres y madres afines” y pide romper estereotipos, sobre todo en la escuela. También aumentan las familias monoparentales.

Un total de 3.100 parejas de las comarcas de Lleida conviven con hijos no comunes que uno de los dos miembros aporta de una relación anterior. Son algunas de las llamadas “familias enlazadas”, que surgen de unir “dos o más realidades familiares”, según definición de Berta Rubio, presidenta de Associació d’Atenció a la Diversitat Familiar. Es un fenómeno social al alza. Solo en Lleida, han aumentado un 36% desde 2014. También crecen las familias monoparentales. En la provincia hay 17.200, un 16% más que hace cinco años. Berta Rubio explica que puso en marcha esta asociación hace nueve años, cuando ella misma comprobó que su realidad familiar no aparecía en ningún libro de texto, ni en cuentos infantiles, “ni se tenía en cuenta en la escuela”. Matiza que “sin mala fe” se organizan actividades excluyentes. “Mis hijos no sabían qué hacer con el árbol genealógico que tenían que complementar en el colegio. Estaba pensado para niños con cuatro abuelos, dos padres y hermanos de padre y madre”. Pero hay otras muchas fórmulas: solo padre, solo madre, dos padres, dos madres, padre o madre con nueva pareja que, a su vez, tiene hijos, hermanos solo de padre o solo de madre... “Hay que olvidarse de los estereotipos y tener en cuenta a todos los modelos de familia”. Las llamadas “familias enlazadas” se hicieron visibles hace poco más de un año a raíz de la polémica por los títulos oficiales de familia numerosa. La administración entendía que solo se podía beneficiar una unidad familiar de los descuentos, “pero no se tuvo en cuenta que los hijos de familias enlazadas tienen dos casas, dos unidades familiares”.

Hasta ahora, a las familias enlazadas se las conocía como “reconstituidas”, pero era un término “que solo tenía en cuenta al adulto, que construye una nueva relación”, al parecer de la psicóloga Rosa Maria Pérez. “Me gusta mucho más el concepto “familias enlazadas” porque es positivo, habla de afectos, de lazos que unen a diversas personas más allá de los vínculos sanguíneos y, sobre todo, porque me parece un concepto que da visibilidad a los hijos de estas familias”, añade.

Se destierran conceptos como ‘padrastro’ o ‘madrastra’ por ‘padres afines’ o ‘papus’

Berta Rubio subraya que también se han desterrado palabras como “madrastra” o “padrastro” por sus connotaciones negativas, y se han sustituido por conceptos como “padre o madre afín”, y hasta por otros apelativos más coloquiales, como el genérico “papus”. La presidenta de la Associació d’Atenció a la Diversitat Familiar reconoce que no siempre es fácil el encaje, pero cree que “es bueno que haya otras personas que quieran a tus hijos y se preocupen por ellos”. Para la psicóloga Rosa Maria Pérez, es lo más difícil de esta ecuación. “Nos cuesta aceptar que nuestros hijos puedan querer a otras personas”. Unas inseguridades que se suman a la dificultad de asimilar un cambio de rol secular.

Para Pérez, el papel de la escuela es importante para avanzar. “Hay pequeños detalles que pueden marcar la diferencia. Si se celebra el día del padre, por ejemplo, hay que saber que habrá alumnos que no tienen. O que tienen dos”.

También destierra el mito de que tener dos casas sea malo para los menores. “Reconozco que he cambiado de opinión con los años”, asegura, pero no es “complicado” sino “complejo”. En este sentido, asegura que lo importante “es la organización” y aceptar “que los modelos cambian”. Pone como ejemplo que la vida ya no es “lineal”. “Antes sucedía todo en un orden: noviazgo, boda, casa, hijos... Ahora se alteran muchos de estos factores”.

También ha cambiado el concepto de familias numerosas. En las comarcas de Lleida hay 4.600 que tienen tres o más hijos, casi mil menos que hace cinco años. Sin embargo, han aumentado los títulos oficiales de familia numerosa que otorga la Generalitat, un total de 7.156. Hay que tener en cuenta que estos títulos son para familias numerosas, pero también monoparentales y/o para hijos con alguna discapacidad.

La foto final de las familias leridanas del siglo XXI está muy lejos de los tópicos publicitarios de los años setenta. Padre, madre e hijos siguen siendo un modelo de familia. Pero solo uno de los otros muchos modelos existentes. La sociedad ha cambiado más rápido que las leyes.

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