TRADICIÓN FESTEJOS
Adiós al Carnaval de Lleida con el entierro de la sardina
Las ‘lloronas’ y el séquito fúnebre despidieron ayer el Carnaval de Lleida con un entierro de la sardina amenazado por la lluvia. Miembros de la Germandat de Pau Pi ataviados con el traje de gala y músicos de la Ilerband caminaron fieles detrás de la carroza fúnebre combinando momentos de tristeza con otros de alegría que animaron a los viandantes del Eix, algunos de los cuales se sumaron a la comitiva.
Entre máscaras de carnaval y ‘lloronas’ que lucían mantillas y gafas de sol, el cortejo recorrió la plaza de la Sal y Sant Joan antes de hacer una parada en la plaza de la Paeria para despedir un año más una de las fiestas más alocadas del año. Tras el entierro de Pau Pi, que siguió por la calle Almodí Vell y Joglar Segalà hasta la calle Ereta, decenas de amigos y familiares del Rey del Carnaval tenían previsto reunirse en la Casa de Andalucía para disfrutar de una sardinada popular. Además del entierro de la sardina, otra de las tradiciones que marcan el final del Carnaval es la despenjada del ruc de Solsona, que este año tenía previsto coincidir con la versión para los más pequeños. Los gegants y la música tenían previsto recorrer las calles de esta localidad para poner el broche de oro a esta fiesta, que fue declarada de Interés Turístico Nacional en 1978 por su originalidad. Y es que, durante más de una semana los populares disfraces se substituyen por batas de todos los colores que visten las comparsas y los gengants. Aunque los vecinos de Solsona tenían previsto despedirse ayer del Carnaval de forma oficial, el domingo se celebrarán las desenramades en el Centro Histórico, cuando las colles retirarán los adornos y pancartas de las calles. A este le seguirá un vermut para reponer fuerzas en la plaza Major de la capital del Solsonès.