SALUD RECONOCIMIENTO
Premio para la lucha en Lleida contra la sensibilidad química
El departamento de Salud de la Generalitat ha acreditado al hospital Santa Maria como experto en el tratamiento de la sensibilidad química múltiple (SQM), un síndrome crónico cuyos síntomas se agravan con la exposición a diversos agentes químicos. El sello de calidad se suma a los que el centro ya tenía para tratar la fibromialgia y la fatiga crónica, y que recibió después de superar unos criterios de idoneidad y la valoración de un grupo de expertos en la materia. El hospital leridano atiende actualmente a un total de 86 pacientes con SQM. Hasta la fecha, algunos de los afectados tenían que desplazarse a Barcelona para seguir su tratamiento en el Hospital Clínic aunque, según destacan desde el Santa Maria, “con la nueva acreditación se evitarán este viaje gracias al equipo de profesionales que atenderá a los afectados”. Concretamente, el grupo de trabajo está formado por un médico internista, un reumatólogo, un psicólogo, una enfermera, una trabajadora social, una gestora de casos y apoyo para servicios de alergología y neurología, entre otros. Todos ellos están coordinados por Lluís Rosselló, jefe clínico de Reumatología del Santa Maria. La labor de la unidad consiste en concretar el diagnóstico de los pacientes derivados de la Atención Primaria, así como llevar a cabo un tratamiento multidisciplinar que se basa sobre todo en evitar los agentes químicos que reproducen los síntomas. Uno de los caballos de batalla de este tipo de patologías sigue siendo el retraso de procesos de incapacidad por falta de diagnóstico, aunque cada vez hay más jurisprudencia.
Más mujeres con esta dolencia La sensibilidad química múltiple es una enfermedad que se agrupa dentro de los síndromes de sensibilización central, igual que la fibromialgia y la fatiga crónica. Afecta sobre todo a mujeres y los síntomas van del dolor de cabeza a las náuseas y la fatiga extrema, pasando por un malestar general que imposibilita a las pacientes a hacer casi cualquier cosa, tanto a nivel laboral como personal. Para el diagnóstico se utilizan criterios que datan del 1999 y el tratamiento se basa en evitar la exposición a todos aquellos agentes que reproduzcan los síntomas.