Lleida registra en cuatro años más de 200 denuncias por maltrato animal

Las denuncias por maltrato animal han experimentado un incremento debido a la mayor concienciación de la sociedad por una tenencia responsable. En cuatro años, los Mossos y la Guardia Civil han detectado más de 200 casos pero solo una de cada tres infracciones acaba en los tribunales. Los expertos exigen endurecer el Código Penal.

Hay expertos que señalan que la manera en la que tratamos a los animales refleja una parte importante de nuestra personalidad. Incluso de nuestra conducta futura. En los últimos cuatro años, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil han registrado más de 200 denuncias por maltrato animal, sobre todo a perros y gatos, en las comarcas de Ponent. Una cifra elevada que desciende a la hora de llegar a los tribunales, ya que solo una de cada tres infracciones puede considerarse un delito y acabar ante un juez. Pese al endurecimiento del Código Penal, que ya no considera solo una falta atentar contra la vida de un animal, los expertos señalan que sigue siendo insuficiente para evitar nuevos casos. Sin embargo, la sensación generalizada es que la sociedad quiere a sus animales. Y que, por lo tanto, los cuida. En el lado contrario, están aquellos casos en los que el animal ha sido apaleado, abandonado e incluso tiroteado.

Según los datos proporcionados por los Mossos y el Seprona, de la Guardia Civil, en los últimos cinco años se han contabilizado un total de 204 denuncias por maltrato animal. De estas, solo el 33% fueron por la vía penal al tratarse de conductas que atentaban contra la integridad y la seguridad del animal. En el caso de la Policía catalana, el responsable de la Unidad de Medio Ambiente de Ponent, Antoni Guiu, señala que en este periodo de tiempo se han contabilizado hasta 14 denuncias por disparos a perros y gatos, los mismos casos que han denunciado por la vía penal por desatención grave, como es la falta de alimentación o agua, cerrar durante todo el día al animal o no ofrecerle la atención veterinaria necesaria. Otra docena de denuncias penales fueron por agresiones físicas o mutilaciones y una decena, por envenenamientos. Solo tres casos pudieron llevarse ante el juzgado por abandono, el tipo de maltrato más extendido pero que difícilmente puede denunciarse al tratarse de animales no identificados por la falta de chip, pese a ser obligatorio. Al respecto, Guiu señala que las denuncias han experimentado una tendencia al alza al haber una mayor concienciación por parte de la sociedad para denunciarlo. En su opinión, el endurecimiento de la ley era necesario para potenciar el efecto disuasorio y fomentar la tenencia responsable de los animales. “Antes de tener un animal debemos preguntarnos si tenemos el tiempo y los recursos suficientes para atenderle”, asegura. La Unidad de Medio Ambiente de los Mossos también lleva a cabo una tarea de prevención comunicando las denuncias que les llegan a los ayuntamientos y a la conselleria de Territorio y Sostenibilidad para que hagan un seguimiento, y con charlas en los colegios.

El Seprona incorpora esta técnica para encontrar a propietarios de animales que han sido abandonados

En el caso de la Guardia Civil, las denuncias penales representan el 18% de las infracciones detectadas por maltrato animal. Un porcentaje que consideran bajo si se tiene en cuenta que cada vez hay más animales de compañía. Los agentes del Seprona Alberto Colinas y Juan Novales explican que entre 2015 y 2018, el Seprona ha instruido 86 infracciones administrativas por maltrato animal en la provincia de Lleida, de las que 58 corresponden a animales de compañía. Un periodo en el que solo diez denuncias han acabado ante el juzgado. En cinco años, el Seprona ha detectado 410 infracciones relativas a la sanidad animal (animales de producción y equinos) y otras 312 relativas a la protección de los animales. Para combatir el abandono, la unidad ha incorporado el análisis de ADN para cotejar las muestras de perros hallados con sus posibles padres.