Recuperar la memoria del horror nazi

Barcelona acogió ayer el primer encuentro de familiares de mujeres deportadas al campo de concentración nazi de Ravensbrück, entre ellos, de la leridana Conxita Grangé, natural de Espui, y que tras la muerte de Neus Català se ha convertido en la última superviviente del horror en este campo, dedicado exclusivamente a mujeres. Los familiares empezaron los actos de la jornada, organizados por Amical de Ravensbrück, Memorial Democràtic y ayuntamiento de Barcelona, con una ofrenda floral en la Placeta de les Dones de Ravensbrück en el Parc de Cervantes de la capital catalana. Posteriormente, asistieron a una recepción en el Palau de la Generalitat y después a un acto de homenaje en el que recordaron a las mujeres que se enfrentaron al horror nazi. Entre los asistentes había familiares de Conxita Grangé, que fue deportada a Ravensbrück cuando solo tenía 18 años tras ser detenida por la Gestapo por su colaboración con la resistencia francesa. Con 93 años, reside en el sur de Francia. Su experiencia estuvo ayer muy presente entre los asistentes al homenaje, que hicieron un ejercicio de memoria como “acto de amor” y reconocimiento a las mujeres. Asimismo, los organizadores quisieron tener un especial recuerdo para Neus Català, recientemente fallecida.

Entretanto, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, presidió un acto de homenaje a los españoles deportados por el nazismo al campo de Gusen, junto a Amical de Mathausen. Actos en el que también participarán alumnos de cinco institutos de Lleida que participan en los proyecto de la entidad para promover la memoria histórica entre los jóvenes. Para el Comité Internacional de Mauthausen, el hecho de que los jóvenes visiten los campos de concentración “es la mejor vacuna para evitar que se vuelvan a repetir”.

Más de 300 leridanos fueron deportados a campos de concentración del Tercer Reich. La mayoría a Mauthausen, pero también a otros como Gusen, Dachau, Auschwitz, Neuengamme y Buchenwald. Muchos de ellos no lograron sobrevivir, pero sus familias mantienen vivo su recuerdo. Los actos celebrados este fin de semana coinciden con la conmemoración por primera vez del Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en campos de concentración y a todas las víctimas españolas del nazismo, fijado el 5 de mayo.