El obispo de Lleida lamenta “la imagen que damos de 2 diócesis enfrentadas”

El obispo de Lleida, Salvador Giménez, lamentó ayer “la imagen que dan los medios de comunicación de enfrentamiento entre dos personas y entre instituciones diocesanas, que no es así”, a raíz del juicio por el arte del Museu de Lleida originario de parroquias de la Franja y que el pasado 16 de mayo le llevó ante el tribunal en Barbastro junto al obispo de la diócesis aragonesa, Ángel Javier Pérez. En declaraciones a Lleida TV en el marco de la asamblea diocesana celebrada en la Acadèmia Mariana, Giménez se mostró “preocupado” por el juicio –ya visto para sentencia–, que consideró una “situación complicada en lo personal y por lo que representa para la Iglesia”. El prelado aseguró que “las obras de arte son propiedad de la Iglesia, que es universal” y se preguntó: “¿qué más da que estén en un lugar u otro?”. De todos modos, Giménez confió en que “podamos resolverlo como hermanos, más que como enemigos” y esperó que “haya más diálogo y voluntad para resolver” el litigio por las 111 obras del Diocesà.

Por otro lado, unas 150 personas participaron en la asamblea diocesana, en la que se pudo en marcha un nuevo plan pastoral con las aportaciones de los fieles, las comunidades parroquiales, los movimientos apostólicos y los sacerdotes. Por ello, durante el próximo curso se recogerán las aportaciones de los fieles a través de un documento que se repartirá el 19 de septiembre y cuyas respuestas puedan servir para el nuevo plan pastoral que debería presentarse en la próxima asamblea diocesana, el 30 de mayo del año que viene.

El obispo señaló al respecto la falta de vocaciones sacerdotales como uno de los grandes retos: “Mucha gente del mundo actual se ha cansado de creer y hay menos compromiso religioso. Confío que podamos revertir esta tendencia”, añadió.