FAUNA ECOSISTEMAS
Campaña para salvar las abejas
Alertan de la caída de la población de estos polinizadores y de la producción de miel, que ha bajado de 40 a 12 kilos anuales por colmena || El abejaruco y el cambio climático, los principales enemigos
Los apicultores leridanos han constatado en los últimos años un descenso alarmante en la población de las abejas y la producción de miel, pasando de 40 kilos por colmena al año hace una década a doce. El principal enemigo de este colectivo sigue siendo, además del cambio climático, el abejaruco, una especie protegida de origen africano para la que no hay depredadores en las comarcas leridanas. Así lo asegura el apicultor de Camarasa y presidente de la Associació d’Apicultors Lleidatans, Josep Maria Bonet Ros, quien destacó que durante los meses de otoño esta ave puede acabar con el 80% de abejas en cada colmena. La reducción en la obtención de miel y la bajada de precios de venta también ha repercutido en el número de apicultores leridanos, que en apenas dos años han pasado de 250 a 230. El coordinador del sector apícola en Unió de Pagesos, Josep Maria Calaria, subrayó los efectos negativos del descenso de la pluviometría y la agricultura intensiva, que disminuye la calidad del polen. Asimismo, Calaria reclamó más apoyo por parte de las instituciones para hacer frente al abejaruco y la avispa asiática, “que afecta principalmente a las zonas de Girona e Igualada pero si no hacemos nada para pararlo pronto llegará a Lleida”. Asimismo, Calaria apuesta por invertir en los productores locales porque “en los últimos años ha bajado mucho el precio de la miel porque se importa de otros países”. Con motivo del Día de la Abeja, que tuvo lugar la semana pasada, la ONU pidió fomentar la agricultura ecológica y dar valor a todos los polinizadores”.
La raza humana no corre peligro por la extinción de estos insectos “La frase que asegura que si las abejas se extinguen la raza humana desaparecería en menos de 4 años es totalmente falsa”. Así de rotunda se muestra la profesora del departamento de Hortofruticultura, Botánica y Jardinería de Agrónomos, Astrid Ballesta. En ese sentido, la profesora asegura que a pesar del claro descenso que se está produciendo entre la población de abejas por culpa “del cambio climático, los pesticidas, herbicidas, entre otros muchos factores, los seres humanos no dejaremos que un polinizador tan importante desaparezca”. Aun así, Ballesta explica que la falta de estos insectos afectaría principalmente a la agricultura porque “daría menos frutos y de menos calidad” y a la fauna en general, ya que hay plantas que necesitan de “polinizadores para poder reproducirse”. A pesar de que la sentencia no sea cierta, asegura, la sociedad no debe bajar la guardia con respecto a las abejas y recomienda seguir cuidándolas.