El Aplec vive su día grande bajo un sol veraniego

No cabía ayer ni un alfiler en el recinto ferial de los Camps Elisis, donde miles de peñistas se volvieron a dar cita para celebrar el día “estrella” del Aplec del Caragol. Pequeños y mayores hicieron frente a unas temperaturas casi insoportables con pistolas de agua y piscinas improvisadas. Aunque la jornada comenzó con la tradicional ofrenda floral en recuerdo de los aplequistas fallecidos frente a la estatua de Manolo Calpe, uno de los fundadores del Aplec, el plato fuerte llegó con los vermuts musicales a la sombra de los toldos. El presidente de la Federació de Colles de l’Aplec del Caragol (Fecoll), Ferran Perdrix, aplaudió el éxito de participación en la jornada inaugural del viernes, “que se ha convertido en el sábado de hace unos años” con miles de peñistas que se sumaron al particular ‘chupinazo’, Lo Caragolasso. En este sentido, Perdrix destacó que “el Aplec tiene una salud de hierro” ya que, “aunque no es la edición con más peñas”, ha batido récords con 13.500 inscritos. “La fiesta está viva y quiere crecer, pero nos tenemos que adaptar al recinto que la ciudad nos cede”, apuntó el presidente de la Fecoll. Después de las comidas populares, en las que los aplequistas pudieron degustar todo tipo de especialidades de caracoles, así como paellas y carne a la brasa, multitud de talleres infantiles, un bingo “digestivo” y un campeonato d’escopinada de caracoles hizo que los leridanos se lo pasaran en grande. Asimismo, una de las actividades más populares fue la carrera infantil de caracoles, con la que los pequeños presumieron de los caracoles más veloces.