140 leridanos dan muestras genéticas para localizar a familiares fallecidos durante la Guerra Civil y la dictadura

Más de 80 años después del final de la Guerra Civil, los esfuerzos por encontrar y dignificar a los desaparecidos y fallecidos a causa de la contienda continúan. Y una parte importante para lograr este objetivo parte de las familias. En la actualidad, un total de 316 leridanos forman parte del Censo de Personas Desaparecidas durante la Guerra Civil y el Franquismo de la Generalitat, según los datos facilitados a este diario por la conselleria de Justicia. De estas personas inscritas en el censo, 140 familiares han aportado muestras de ADN al Programa de Identificación Genética para poder identificar los restos en el caso de encontrarlos en alguna de las fosas que el Govern ya ha abierto o abrirá en los próximos meses. La última fosa localizada en Ponent está en el cementerio de Alguaire, donde los arqueólogos han encontrado los restos de cinco personas que fallecieron durante la Guerra Civil. En una visita a los trabajos de exhumación, la consellera de Justicia, Ester Capella, hizo un llamamiento a las familias para que dieran muestras de ADN y admitió que “se está haciendo tarde y no tenemos demasiado tiempo”.

El Programa de Identificación Genética cuenta con una base de datos con los perfiles familiares de las víctimas y de los restos humanos localizados en las fosas. Cada vez que hay una exhumación, las muestras se cruzan. En caso de identificar los restos, el Govern los devuelve a sus familias. Pero si no es posible la identificación, los restos se entierran en el cementerio del municipio donde han sido localizados. Desde 2017, cuando se puso en marcha el Plan de Fosas de la Generalitat, se han exhumador 42 fosas de las 517 localizadas en Catalunya. Se calcula que habría enterradas unas 20.000 personas y, de momento, solo se han podido identificar a cinco. Cuatro de ellas (Leandro Preixens, Ramon Jové, Maria Teresa Mir y Josep Moles) fueron localizadas en la fosa de El Soleràs, la más grande exhumada hasta la fecha en Catalunya, y cuyos restos recibieron sepultura el pasado enero. El Govern prevé abrir otras cinco fosas hasta septiembre, una en Foradada, con lo que serán doce las fosas abiertas en Lleida.