Ocho de cada diez alumnos sufre acoso por ser diferente o discapacitado
Ocho de cada diez alumnos sufre acoso escolar por "ser diferente o tener una discapacidad", que generalmente es ejercida por un grupo de compañeros de su entorno más próximo y que se prolonga durante años por lo que la víctima acaba "normalizando" estas agresiones. Son algunos de los datos del estudio "Acoso y ciberacoso", elaborado por la Fundación ONCE y el Comité Español de representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), que este miércoles ha presentado la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien ha apostado por seguir trabajando por la educación inclusiva para combatir esta lacra. "La educación inclusiva es la experiencia de convivir y respetar los derechos de todos, no por imposición sino por empatía", ha subrayado Celaá. Ha animado a los estudiantes a cuidar de sus "compañeros vulnerables" y a las familias y profesores a enseñar a "vivir la diversidad como una fuente de riqueza".
"El acoso escolar es un problema moral porque no solo es un problema del agresor sino de los testigos y de la institución que los protege", ha advertido y ha insistido en que hay que abordar esta lacra desde la educación y "no solo desde la sanción".
Una opinión que comparte la directora ejecutiva del CERMI, Pilar Villarino, quien ha apostado por un modelo educativo plenamente inclusivo donde la diversidad se considere un valor y ha alertado de que "las mujeres y las niñas siguen siendo las mas olvidadas e invisibles y las que sufren mayor riesgo de acoso".
Según el informe, presentado en el Colegio Gredos San Diego de Madrid, 7 de cada 10 alumnos es acosado en los pasillos del centro o cuando el profesor no está en clase, aunque 4 de cada 10 lo ha sufrido en el aula. Un 40 % de estas situaciones se producen en 1ª y 2ª de la ESO y en un 27 % de los casos en los últimos cursos de Primaria. En 8 de cada 10 casos las burlas, el aislamiento y el rechazo son las modalidades de violencia escolar más frecuente.
Sabina Lobato, directora de Formación y Empleo de la Fundación ONCE, ha detallado que, según el informe, más de la mitad de los afectados se lo han contestado a sus familiares, aunque 3 de cada diez no han hecho nada para pedir ayuda. "Solo 2 de cada 10 compañeros salen en defensa de los afectados", ha dicho Lobato, que ha revelado que más de la mitad de los profesionales del ámbito educativo (57 %) conocen la situación y suelen poner en marcha protocolos internos del centro para combatirlo, en lugar de activar denuncias externas.
En el caso del Ciberacoso, un 18,8 % ha recibido comentarios desagradables en Whattsap y un 10,3 % por Facebook.
Lobato ha advertido de que un 31,3 % de las víctimas empeora sus calificaciones, un 57,8 % tiene menos motivación por asistir a clase y un 62,55 % está más triste. Durante la presentación, Valentina, una joven de 23 años, con incapacidad visual y adoptada en Colombia, ha revelado que sufrió acoso desde los 3 años por parte de compañeros de clase de su hermana mayor. "Doy por superado el acoso, pero me acuerdo de los golpes, insultos, escupitajos en la mochila y aislamiento que he sufrido solo por no ver bien", ha relatado. Ha desmentido "el mito" de que el acoso fortalezca a las personas, ya que ha dicho que "crea adultos resignados, inseguros, solitarios y desconfiados".
Aunque ha reconocido que en su caso y "por suerte" no se ha convertido en una persona triste ni rencorosa y ha lamentado que sus compañeros no la ayudaran en lugar de ignorarla.
Por ello, ha pedido mas visibilidad para los problemas que afrontan las personas con discapacidad y ha insistido en que hay que "charlar con los acosadores para determinar por qué lo hacen, ya que tal vez lo esté pasando mal", mientras subrayaba que el acosador "siempre actúa con otros delante para lucirse".