CONMEMORACIONES MEMORIA HISTÓRICA
Lleida homenajea a sus deportados
Colocan ‘Stolpersteine’ delante del último domicilio conocido de diez exiliados leridanos || Está previsto que se instalen hasta 19 “piedras de la memoria” más en los próximos meses
“El amor supera a la muerte ”. Con esta frase tan contundente definió ayer el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, el homenaje que la capital de Ponent rindió a diez leridanos deportados a campos de concentración nazis en la Segunda Guerra Mundial. Así, durante la mañana de ayer se colocaron un total de 10 Stolpersteine, adoquines personalizados y elaborados manualmente por el artista alemán Gunter Demnig, delante del último domicilio conocido donde vivieron estas víctimas del holocausto. Los homenajeados fueron Peret Barbarroja Sala (C/Camí de Canet, 17), Domènec Miñano Lozano (C/ Manuel de Montsuar, 2), Josep Estrada Fabregat (C/Príncep de Viana, 37), Manolo San Martín Santamaría(C/Sant Ruf, 23), Ramon Alandí Qui (C/Democràcia, 11), Josep Casas Ezequiel (C/ del Canyeret, 18), Pau Pinós Abad (C/ del Canyeret 8), Enric Curià Gatius (C/Cavallers, 46), Josep Teixidó Badia (C/Sant Martí, 6) y Josep Pach Roselló (C/Canonge Brugulat, 22). “Tras la Guerra Civil española unos 10.000 republicanos exiliados cayeron en manos del gobierno alemán y fueron deportados a Mauthausen con la total connivencia del gobierno de Franco. Una vez allí murieron más de la mitad y este es un drama que ha estado silenciado durante muchísimo tiempo. Es por eso que creemos necesario seguir trabajando para levantar este velo de silencio y oscuridad porque es la única manera de coser las heridas que durante tantos años han estado abiertas”, explicó la directora de Memòria Democràtica, Gemma Domènech durante el acto institucional del homenaje. En Lleida 30 personas fueron deportadas a campos de exterminio alemanes, y está previsto que todas reciban su correspondiente homenaje con la colocación de un Stolpersteine con su nombre. Sin embargo este reconocimiento deberá esperar porque, al tratarse de piezas hechas a mano por una misma persona, el proceso va más lento. “Son muchos los países que están despertando y uniéndose a este proyecto de las piedras de la memoria, así que el volumen de trabajo de Gunter Demnig, crece día a día”, afirmó Domènech.