Marchas por la igualdad en Lleida

Salen a la calle el primer lunes de cada mes para reclamar la igualdad efectiva y luchar contra la violencia hacia las mujeres. Convocadas por Marea Lila Lleida, ayer volvieron a marchar en silencio para “poner voz” a las que ya no pueden contarlo. Se cumple un año desde la primera convocatoria de esta plataforma feminista, que cuenta con la colaboración de diferentes entidades y que, en verano, se concentran por la noche para evitar las altas temperaturas. Equipadas con antorchas, velas, linternas o el móvil, las participantes en la iniciativa salen desde la Plaça dels Fanalets hasta la Paeria en completo silencio. La entidad señaló ayer que la violencia machista las “ha obligado” a movilizarse durante todo el año, “al ser una lacra social que no cesa”, además de querer “poner voz” a las víctimas de esta violencia.

“La participación aumenta cada vez más y continuaremos saliendo a la calle durante les meses de verano”, señaló una portavoz de la entidad. Una movilización que la plataforma feminista también hace a través de las redes sociales.

La entidad destacó que estas movilizaciones son importantes porque “no se hacen con motivo de alguna tragedia, sino para reivindicar la igualdad de la mujer y luchar contra la violencia machista con perspectiva de género”. Asimismo, consideran que el momento es propicio, ya que el feminismo ha ganado terreno. “Queremos sumar voces, ya que no nos quedaremos calladas”, señalaron. Entre las medidas, piden educar en igualdad desde pequeños y desarrollar las medidas del Pacto de Estado contra la violencia de género.

Sesión inédita del Parlament de les Dones, que reclama medidas El Parlament de les Dones, que celebró ayer una sesión inédita, aprobó una declaración institucional que denuncia las situaciones de discriminación que todavía viven las mujeres y las necesidades que se deben abordar. La iniciativa, organizada por el Parlament y el Consell Nacional de les Dones de Catalunya, reivindicó el papel de la mujer y reclamó medidas para la igualdad real. Entre las peticiones hay la exigencia que la educación no transmita valores patriarcales, que se promueve la igualdad retributiva y que se vele por la seguridad, la autonomía y la soberanía sobre el propio cuerpo.