SOLIDARIDAD FAUNA
Marc Màrquez por partida doble
La protectora Amics dels Animals de la Noguera, en Foradada, recibió hace un mes una visita inesperada. El piloto natural de Cervera, Marc Màrquez, se desplazó hasta las instalaciones para conocer a su tocayo de cuatro patas, el perro más rápido del refugio de animales. “Hace cerca de un año rescatamos a un perro que estaba abandonado cerca de la carretera y se dedicaba a perseguir a los ciclistas. Era tan rápido e inquieto que decidimos bautizarlo Marc Màrquez”, explica uno de los portavoces de la protectora, Toni García. El piloto leridano y su equipo conocieron este extremo por una de las publicaciones de Amics dels Animals de la Noguera en la que explicaban la historia del peludo y visitaron las instalaciones para conocer la labor del refugio, que acoge un total de 180 perros y 25 gatos. “Esperamos que el vídeo que ha difundido Repsol nos ayude a visibilizar la labor que llevamos a cabo, así como a encontrar un hogar al mayor número de animales”, aseguró García, al mismo tiempo que subrayó que “lo más importante es concienciar a la sociedad para erradicar el abandono de perros, por lo que no necesitarían nuestra ayuda”. Dos voluntarios ‘fijos’ se encargan durante todo el año de la limpieza del recinto, las comidas, los paseos y las visitas al veterinario porque “mientras los animales están en el refugio a la espera de encontrar un nuevo hogar, nosotros somos su familia”. En este sentido, García apunta que “hay muchas maneras de colaborar con la protectora, más allá de la adopción, como son el apadrinamiento, las donaciones de pienso y dinero para los medicamentos”. Por ahora, el Marc Màrquez peludo va como una moto en la protectora, a la espera de una nueva familia.
Protectoras desbordadas hacen frente a la falta de voluntarios El abandono de animales se ha desestacionalizado y, más allá de las vacaciones de verano y los regalos estrella de Navidad que ya no gustan, la falta de esterilización y las camadas descontroladas se han convertido en las principales causas. Para cuidar lo mejor posible a estos peludos, las protectoras leridanas hacen un llamamiento a la solidaridad para hacer frente a la falta de voluntarios. En algunos refugios, como el de Foradada, dos personas se hacen cargo de los cuidados durante todo el año.