'Rais' por las aguas del Segre

Fieles a la tradición, los rais volvieron a descender ayer por las aguas del río Segre para revivir el antiguo oficio de transportar madera desde la montaña. Lo hicieron un año más en Coll de Nargó durante la celebración de la Baixada de Raiers, que cumple su 30 edición con el futuro asegurado entre las nuevas generaciones y con el objetivo de hacer de la fiesta un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Para mostrar a los más jóvenes el oficio de sus antepasados, la celebración comenzó el pasado lunes con la construcción de las embarcaciones.

La jornada de ayer dio inicio con un desayuno para coger fuerzas y las embarcaciones salieron sobre las doce del mediodía en los Clops de Fígols. El presidente de la Associació de Raiers de la Ribera del Segre, Àlex Ferré, explicó que la bajada contó con dos embarcaciones y una veintena de participantes de entre 14 y 68 años. Además, dos de los raiers se estrenaron en esta fiesta, por lo que Ferré destacó que “el futuro está más que asegurado porque la gente tiene interés en conocer este antiguo oficio, que durante mucho tiempo fue el motor económico de un centenar de familias de la zona de Coll de Nargó, como la mía”.

Asociaciones de ‘raiers’ de toda Europa preparan una candidatura para ser Patrimonio de la Unesco

Unas 300 personas pudieron disfrutar del descenso por el Segre, que este año fue más corto de lo habitual, medio kilómetro, por el escaso caudal del río. Tras la bajada, se celebró una comida de germanor y la ofrenda floral a la dona del raier, pues la asociación rinde homenaje cada año al papel de las mujeres en este oficio. Como novedad este año, para conmemorar su 30 aniversario, por la noche estaba previsto un concierto del grupo El Darrer Tram, formado para poner música a un poemario del escritor de Coll de Nargó Marcel Fité, basado en el mundo de los raiers. Con la vista puesta ya en la edición del año que viene, la asociación confía en que pueda celebrarse ya siendo los rais Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Para ello, las dos asociaciones de raiers de Catalunya, la de Ribera del Segre y la de la Noguera Pallaresa, apoyan una candidatura europea para ser reconocidos por el organismo de las Naciones Unidas. Según explicó Ferré, las bases de esta candidatura se debatieron ayer en una reunión de la asociación internacional en Austria. Las entidades leridanas están trabajando para que todas las organizaciones que defienden este oficio en España puedan sumar fuerzas en una candidatura estatal conjunta y sumarse a la europea. Para el presidente de los raiers de la Ribera del Segre, sería una manera más de “honrar a nuestros antepasados”.

Los raiers perduraron hasta el primer tercio del siglo XX, cuando el transporte por carretera se empezó a imponer y la construcción de los primeros pantanos hacía muy difícil continuar surcando los ríos. Las primeras bajadas se solían hacer entre febrero y marzo y se alargaban hasta junio. Un oficio que llegó a ocupar al 90 por ciento de los vecinos de Coll de Nargó.