Despoblación desigual en Lleida

En los últimos 18 años, las comarcas de Ponent han experimentado una evolución demográfica desigual, convirtiendo a Lleida en la segunda provincia catalana que menos crece en número de habitantes, solo por detrás de Barcelona. Según el informe “La población en España: evolución en el siglo XXI, situación actual y perspectivas de futuro”, elaborado por la Consultora Estratégica de Comunicación Stratego, entre 2000 y 2018, los municipios de la provincia de Lleida sumaron un total de 71.276 nuevos habitantes, con un crecimiento del 19,71%. Sin embargo, el estudio, hecho a partir de los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), señala que a lo largo de este periodo más de la mitad de los municipios de Lleida han perdido población, con un 54,5% del total, mientras que solo una, Arres, en la Val d’Aran, se mantiene igual. Entre los que tienen menos habitantes, en 14 de ellas esa caída del padrón supera el 25%. El resto, 104 poblaciones, han visto cómo se incrementa el padrón. El informe señala que los mayores descensos de población se han registrado en Juncosa, con un retroceso del 37,52%; Almatret, con un 35,2% menos, y Bovera, con el 35,10%. Por el contrario, los que más crecen son Tiurana, con un 221,74% más de población, al pasar de 23 vecinos en el año 2000 a 74 en el 2018; Torraferra (que duplica el número de habitantes hasta los 4.630 en 2018) y Guissona, que también multiplica por dos su padrón con 7.034 vecinos.

El informe de la consultora Stratego resalta que en el año 2000, la provincia de Lleida tenía ocho municipios por debajo de los 100 habitantes y que, al cierre de 2018, ya eran 14. Asimismo, hace 18 años el municipio más pequeño de Ponent era Tiurana, en la comarca de la Noguera, con 23 vecinos, y en la actualidad la población más pequeña de la provincia es Cava, en el Alt Urgell, con 46 habitantes. Según los datos del INE, los menores de 5 años representan menos del 5% de la población de las comarcas de Ponent mientras que el 19,26% tiene 65 años o más. Al cierre del 2018, había censados en la provincia 152 habitantes centenarios, una cifra que también ha aumentado en los últimos años gracias a la mayor esperanza de vida. El estudio señala que casi una de cada tres localidades catalanas ha perdido población en esta primera parte del siglo XXI y que prácticamente hay el mismo porcentaje de jóvenes de 20 años y jubilados. En 12 municipios, no hay censados ningún niño menor de 5 años.