Más tratamientos por adicciones

Los centros que integran la Xarxa d’Atenció a les Drogodependències (con nueve unidades en la provincia de Lleida) atendieron el año pasado a un total de 174 personas que iniciaron un tratamiento ambulatorio por abuso o dependencia de alguna sustancia. Esto significa que en 2018, los tratamientos aumentaron un 19% respecto a 2017, cuando se asistieron a 146 leridanos por consumo de drogas. El alcohol sigue siendo la principal causa, con más de la mitad de los tratamientos iniciados el año pasado en las comarcas de Ponent, con 90 personas atendidas frente a las 70 de 2017. La cocaína se mantiene como la segunda causa de adicción, con 34 casos. Aunque en el conjunto de Catalunya, Salud ha detectado que el consumo de esta droga ha aumentado en los últimos tres años, en la provincia de Lleida ha experimentado un ligero descenso en el último año. Sin embargo, sí se ha registrado un repunte de los tratamientos por adicción al cannabis en Ponent, con 20 atenciones el año pasado en los diferentes centros sanitarios frente a los 15 de 2017. En cuanto al consumo de heroína, se han duplicado el tratamientos iniciados en la provincia, con seis casos durante el año pasado. Según los datos publicados por la conselleria, la edad media de solicitud de tratamiento varía en función de la droga principal. La gente joven pide más ayuda ante una dependencia del cannabis mientras que el tabaco y el alcohol presentan atendidas a una edad más avanzada.

El informe también destaca que entre las personas que consumen drogas hay elevados porcentajes de desempleo e incapacidades asociados a esta dependencia o abuso de sustancias. Durante el año pasado, nueve personas ingresaron en la unidad hospitalaria de desintoxicación del Hospital Santa Maria de Lleida, de las que seis fueron por consumo abusivo de alcohol, dos por otras sustancias y una, por cocaína.

Más de 240 usuarios en la sala de reducción de daños en Arrels Lleida A las atenciones en los centros ambulatorios de drogodependencias debe sumarse las que lleva a cabo el centro de Arrels de Lleida, que está orientado a disminuir los daños asociados al consumo de drogas. De esta forma, un total de 241 usuarios, una decena más que en 2017, hicieron uso de la sala de consumo que gestiona la entidad, donde se garantizan condiciones higiénicas, la asistencia de profesionales y el acceso al tratamiento cuando se esté preparando. En 2018, en esta sala se hicieron un total de 6.456 consumos de sustancias no legales, casi un 15% más que un año antes. En este periodo se ha registrado un aumento del consumo de heroína, con 4.715 dosis, mientras cae el de cocaína o el combinado de ambas sustancias. Asimismo, el centro de Arrels Lleida atendió tres sobredosis por drogas, cuando el año anterior no se produjo ninguna. La asociación también repartió más de 9.000 jeringuillas y 1.447 preservativos para evitar la transmisión de enfermedades. Además, Arrels llevó a cabo cerca de un centenar de intervenciones sanitarias y más de 1.500 sociales (alimentación, ropa o acompañamiento).