Desenterrando la memoria

El Pla de Fosses impulsado en 2017 por la Generalitat, a través de la Direcció General de Memòria Democràtica, ya ha recuperado 300 cuerpos de soldados fallecidos en territorio catalán durante la Guerra Civil española. El plan ha permitido identificar a 7 de los soldados en las 21 sepulturas estudiadas hasta la fecha. La última víctima del conflicto bélico que ha sido rescatada del olvido es la de un soldado, probablemente republicano, que fue encontrado en la zona de la Serra Alta dentro del municipio leridano de Foradada. La fosa se abrió a principios de esta semana en un pozo de tirador (lugar en el que se establecían algunos militares con fusiles o ametralladoras dada su buena visibilidad) que a su vez estaba comunicado con dos trincheras. Asimismo, en la zona donde se encontró el cuerpo también había algunos de sus enseres como, una bota, un tubo de pasta de dientes, además de numerosos casquillos de bala, munición y latas de conserva. Cuando terminen los trabajos de exhumación del cadáver los restos serán trasladados hasta la Universitat Autonòma de Barcelona para efectuar el correspondiente estudio antropológico y para cotejar su ADN con las muestras del Programa de Identificación Genética de la Generalitat, que cruza el ADN de restos hallados en las fosas con el de posibles familiares vivos. En este sentido, la consellera de Justicia, Ester Capella, que ayer visitó la fosa junto a la alcaldesa de Foradada, Maricel Segú; la directora general de Memòria Democràtica, Gemma Domènech; y el director de los Serveis Territorials de Justicia de Lleida, Jaume Montfort, hizo un llamamiento a todo aquel que sospeche que tiene familiares enterrados en alguna fosa de la Guerra Civil o el franquismo para que se inscriba en el censo de personas desaparecidas, para donar una muestra de su ADN. “El tiempo se acaba, ya que las muestras genéticas de mayor fiabilidad para identificar a las víctimas son las de sus familiares más cercanos como las de sus hermanos y sus hijos”, explicó Capella. En la provincia de Lleida un total de 316 leridanos forman parte del censo. Sin embargo, solo 140 familiares han aportado sus muestras de ADN al programa de identificación.

En la Serra Alta, al sur de la carretera C-26, estaba situada la línea de defensa del ejército republicano para retener las tropas del ejército rebelde que avanzaban hacia el municipio Artesa de Segre. La contienda entre ambos bandos se produjo entre diciembre de 1938 y principios del 1939. Finalmente el 4 de enero del 39 las tropas franquistas rompieron esta línea defensiva y entraron