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Las 'falles' del Pirineo llegan a FiraTàrrega con circo
La fiesta del fuego y falles del Pirineo está presente este año en FiraTàrrega de la mano de la joven leridana Júlia Farrero. Su espectáculo Teia, opera prima en solitario, brinda un solo de circo intimista y sutil. La pieza se adjudicó la beca de producción del programa Suport a la Creació 2018 de la Plataforma d’Arts de Carrer. Pretende invitar al espectador a formar parte de un ritual en el que contrasta la rudeza de la madera y de la palabra con la delicadeza de los movimientos de la bailarina. Se trata de un lenguaje simple y visual que combina el movimiento en la escena y la atracción de gimnasia en un trapecio. A través del cuerpo y la madera, y entre recuerdos familiares, el montaje evoca personas de manos arrugadas y de pies arraigados en la tierra. En la obra conviven la tradición y la contemporaneidad, la rusticidad y la delicadeza. La trama invita al espectador a formar parte de todo un ritual, en un escenario donde todo se construye y se transforma y donde, a través del imaginario, se entreven las contradicciones del ser humano. Farrero explicó que “mi abuelo era de Taüll y he pasado buena parte de mi infancia en Barruera”, por lo que para la artista este montaje es una manera de “volver y explicar los orígenes“. Teia se enmarca en el programa Suport a la Creació de FiraTàrrega, por lo que durante este verano recibió acompañamiento en la preparación del montaje. La opera prima en solitario de Farrero es una de las nueve propuestas que acoge este año FiraTàrrega de compañías leridanas. Otra presente en el certamen es Sound de Secà, que ayer estrenó con éxito su nuevo espectáculo, la propuesta más multitudinaria de la jornada (ver pág. 35). También se pudo ver la propuesta de la actriz de Guissona Glòria Ribera en la plaza dels Comediants. Se trata de Versiones parciales y erróneas de mi vida y mi gloria, una autocrítica a la industria alimentaria a través del cuplé, el tango, el fandanguillo, el foxtrot y el pasodoble. La investigación del espectáculo –que puede verse hoy y mañana– se centra en la leche de vaca como sedante de las masas y de sus emociones.
La Llotja es el epicentro del mercado de artes escénicas de FiraTàrrega, el punto donde programadores y compañías llevan a cabo sus negocios. El certamen cuenta con 945 profesionales inscritos, procedentes de 31 países de los cinco continentes.
‘Teia’ de Júlia Farrero es una de las 14 obras del programa Suport a la Creació de FiraTàrrega
Este año se ha reformulado la Llotja para fomentar el contacto activo entre creadores y productores. ¿Qué han hecho?
Queremos ofrecer más espacios de encuentro, más amplios y cualificados. Los profesionales encontrarán más mesas y sillas y menos expositores.
¿Con qué objetivo?
Hasta ahora el único acceso que las compañías tenían a FiraTàrrega era en la programación artística, y esta es muy limitada. La demanda es alta y las asociaciones de profesionales nos pedían nuevas posibilidades. Hemos puesto en marcha una prueba piloto con un espacio central más íntimo en el que 28 compañías buscarán programadores para cubrir sus necesidades.
¿Cuáles son?
Hay de dos tipos y ambas son deficitarias. Por un lado, en Catalunya y a nivel internacional falta un circuito de distribución, es decir, las compañías crean espectáculos pero después tienen dificultades para venderlos, falta un circuito que conecte la producción con la amplísima red de equipamientos culturales públicos y privados existentes. En este sentido, hemos creado un modelo de pitching que tiene por objetivo que las compañías con espectáculos acabados encuentren este circuito de distribución. Por otro lado, falta dinero, pero si los equipamientos suman creando red entre unos y otros, pueden fomentar la coproducción. Hemos pedido a compañías con espectáculos en producción, que aún lo estén creando, que vengan a presentarlo.