Elisenda Ardèvol: «Las apps te permiten buscar pareja desde casa y en zapatillas»

¿Cómo han cambiado las redes la manera de encontrar pareja?

Estas aplicaciones facilitan la búsqueda de pareja de una forma económica, cómoda y práctica. Puedes establecer relaciones personales sin salir de casa y en zapatillas. El proceso de “descubrimiento” de la persona que te hace “tilín” no se basa tanto en la química como en lo que somos capaces de transmitir en una imagen y un texto. Es la representación de la persona lo que nos atrae.

¿Qué ventajas e inconvenientes tienen estas aplicaciones?

Estas aplicaciones tienen un formato de “católogo” que comporta una selección como si compraras en un supermercado, por lo que puede convertir a las personas en “productos de consumo”. El anonimato facilita el coraje de iniciar una conversación y la seguridad de desconectar en cualquier momento si la persona no te interesa. Los inconvenientes tienen que ver con la angustia o el cansancio de buscar sin obtener los resultados esperados.

¿Nos enamoramos de una foto?

La imagen se ha convertido en una herramienta de seducción al alcance de todos. Y, sí, podríamos decir que es la primera impresión que damos en las aplicaciones y, por tanto, la que nos hace decidir saber más de una persona. Ahora, el proceso de enamoramiento por internet puede durar semanas o meses antes de conocer a la persona cara a cara, por lo que es importante gestionarlo a través de las palabras para no correr el riesgo de enamorarnos solo de una imagen.

¿Hay un perfil de personas que buscan el amor por internet?

Hay mucha diversidad en la red, tanto como en la vida real. Estas aplicaciones han sustituido los anuncios por palabras o las agencias matrimoniales, aunque ahora en la intermediación es el diseño lo que nos atrae.

¿Internet sustituirá a la vida real también en el amor?

Internet es parte de la vida real, forma parte de nuestra vida cotidiana, por lo que no la sustituirá, viviremos con ello. En el futuro diversificaremos nuestras opciones amorosas ampliándolas a las máquinas.