Un “loco” del medioambiente

Tateh Lehbib no es leridano, pero casi. Este joven ingeniero saharaui construye casas con botellas de plástico rellenas de arena en los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia. Con solo 8 años, llegó a Ponent de la mano del proyecto “Vacaciones en paz” para pasar el verano con una familia de Rosselló. Repitió hasta los 13 años y, desde entonces, siempre se ha sentido unido a Ponent y a su familia leridana. Lleva tiempo difundiendo su proyecto medioambiental con el que, asegura, “alivia el sufrimiento de su pueblo”. Tras estudiar un máster de eficiencia energética en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Tateh regresó a los campamentos saharauis y construyó su primera vivienda con botellas de plástico. La primera fue para su abuela, de 90 años. Y, a partir de ahí, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) financió la construcción de 25 viviendas con el diseño de Tateh. Para difundir este proyecto la agencia de la ONU grabó el documental El loco del desierto, en el que el joven ingeniero explica el proceso de construcción. Para cada vivienda, se necesitan 6.000 botellas de plástico y Tateh ya ha exportado la idea a otros países, como Mauritania. “Donde haya botellas de plástico se pueden construir viviendas y hay muchos campamentos de refugiados en el mundo en los que se puede mejorar la calidad de vida de las personas”, explica a SEGRE. Estas construcciones ayudan a las familias a resistir las difíciles condiciones en el desierto, ya que soportan el calor y las tormentas de arena.

Su pasión por el medioambiente la “adquirió” durante los veranos que pasó de pequeño en Rosselló, junto a la familia Pérez Aldomà. Un vínculo que se mantiene con el paso de los años. “Es uno más de la familia”, explican los Pérez Aldomà. Según Tateh, es muy importante que los niños saharauis tengan la oportunidad de conocer otras culturas, con proyectos como “Vacaciones en paz”. Para sus próximas iniciativas, el joven tiene claro que irán dirigidos a “mejorar la calidad de vida de los refugiados”, aunque insiste en que la solución es que “puedan respirar en libertad y regresar a su tierra”.