Redescubriendo la Seu Vella

La Seu Vella se vistió ayer de gala para celebrar su día con una jornada lúdica en la que se llevaron a cabo actividades para todas las edades con el único objetivo de que los leridanos puedan “redescubrir” una figura clave de su patrimonio. El Día de la Seu Vella se celebra desde hace 33 años el último domingo de octubre al ser la jornada más cercana al día 31, fecha en la que en 1278 se consagró la catedral. Una fecha, sin embargo, que es desconocida para la mayoría de los leridanos, lo que continúa siendo la asignatura pendiente de la organización. El presidente de los Amics de la Seu Vella, Joan-Ramon González, destacó que muchas de las personas que asistieron a la fiesta, más de 3.000, llegaron “por causalidad”, ya que desconocían que estaban programadas estas actividades. “Estamos muy contentos de la respuesta de la ciudad, pero aún queda pendiente poder conseguir que los leridanos fijen este día entre las festividades señaladas y animar a la población a que conozca a fondo un monumento del que todos nos sentimos orgullosos”, destacó González. Las novedades de esta edición fueron numerosas y bien acogidas por los asistentes. Entre ellas, se amplió la zona infantil con hinchables para los más pequeños y se trasladaron actividades al Castell del Rei. Asimismo, la Seu Vella acogió por primera vez la recreación histórica para recordar sus días como prisión, desde el fin de la Guerra Civil en 1939 hasta 1941. Para ello, los grupos hicieron visitas guiadas para explicar el papel del Turó en la contienda y primeros años del franquismo. No faltaron las actividades tradicionales como el concurso de pintura, en el que aumentaron el número de participantes con 37 pintores, y el mercadillo, con el doble de paradas que otros años. La fiesta sirvió también para reivindicar la candidatura de la Seu Vella a Patrimonio de la Unesco. Para la próxima edición, González confió en poder celebrar la jornada con las campanas Mònica (que viajará a Alemania para su restauración antes de Navidad) y Silvestre, en los lugares que les corresponde tras la reforma del claustro, el campanario y la Porta dels Apòstols, que comenzarán en los próximos días.