Recorrido por la historia del Col·legi d'Advocats durante los años de la Guerra Civil

El Col·legi d’Advocats de Lleida restituyó hace siete años una parte de su historia con la recuperación de documentos que habían sido requisados en 1938 tras la entrada de las tropas franquistas en la capital del Segrià, en plena Guerra Civil. Para rendir homenaje a los abogados leridanos represaliados y dar a conocer la lucha por el derecho a la defensa, la entidad inauguró ayer la exposición Els nostres papers de Salamanca, que da a conocer el contenido de estos documentos y explica la odisea para recuperarlos. “Entre esta fondo documental se encuentran listas de oficio de abogados y cartas del sindicato”, explicó ayer el decano del Col·legi, Simeó Miquel, mientras recordó que fueron confiscados del domicilio del entonces decano, Antoni Bergós, para identificar a los letrados que eran leales a la República o que habían participado en los tribunales populares durante los primeros años de la guerra. “En aquellos años los colegios de abogados no tenían sede, por lo que todos los documentos administrativos se guardaban en la casa del decano”, explicó el decano emérito Antoni Riba. Los trámites para recuperar los impulsó en 2002 el coordinador de la Comissió de la Dignitat, Pep Cruanyes, que descubrió que había almacenados en Salamanca 85 fondos de entidades catalanas y particulares en el. En este sentido, Ricard Borràs, decano en Lleida entre 1998 y 2006, explicó que “no teníamos ni idea de la existencia de este fondo y a partir de entonces trabajamos para recuperarlo, no solo por la indignación de que parte de nuestro patrimonio se encontrara en el Archivo de la Guerra Civil, sino porque hasta la fecha el Col·legi solo contaba con documentación histórica a partir del 1950”.