Ofrenda floral a Màrius Torres, con frío pero al calor de su poesía

Pétalos de rosas, ramos de flores y poesía. Por cuarto año consecutivo, Lleida rindió homenaje al poeta Màrius Torres el día del aniversario de su muerte, ayer hizo 77 años, un 29 de diciembre de 1942 en el sanatorio de Puig d’Olena. La cita impulsada desde el Ateneu Popular de Ponent a los pies de la escultura dedicada al poeta en el Canyeret ya se ha convertido casi en una tradición. También la meteorología gélida. De nuevo, la niebla de Ponent convirtió la lectura poética y ofrenda floral en tarea para valientes. La vicepresidenta del Ateneu, Pepa Bosch, agradeció a primera hora de la tarde la presencia de cerca de medio centenar de personas que desafiaron el frío con “el calor de la poesía de Màrius Torres”. Más de una docena de lectores –entre ellos la filóloga Margarida Prats, especialista en la obra del poeta leridano; el actor Joan Bellostas o el poeta Jordi Pàmias– leyeron textos del autor de La ciutat llunyana en un acto que contó con el acompañamiento musical de Pep Tort al clarinete, Núria Garcia al violín y Joan Baró a la guitarra, que interpretaron obras de autores como Schubert, Mozart o Bach y piezas tradicionales catalanas y europeas. Pàmias cerró el recital con el poema La casa, de su último libro, La paraula i el cant, que arranca con un verso de Màrius Torres (“tota vida és camí de soletat”). El presidente del Ateneu, Miquel Àngel Soriano-Montagut, cerró el acto, al que asistió la teniente de alcalde Montse Pifarré, recordando que “un pueblo que cada año revive su memoria cultural es un pueblo que no muere”.