Cambian las reglas del juego

En el sector comercial del juguete, el tamaño importa. Las pequeñas jugueterías de barrio tienen los días contados y solo los más grandes o los que trabajan formando parte de cooperativas o redes de distribución sobreviven. Y entre los clientes, la crisis económica también se ha dejado notar y el outlet del juguete ya es una seria opción a tener en cuenta. Eso sí, cada vez más se diluyen las diferencias de género y se opta por juguetes más igualitarios, aunque en este terreno aún queda mucho trabajo de concienciación por hacer.

Quedan horas para la noche más mágica del año. Las cabalgatas de Reyes llenarán las calles a la espera de repartir los regalos que los niños se encontrarán mañana en sus domicilios. Todo un tópico navideño. Pero las modas en el sector del juguete cambian a ritmo vertiginoso. Adiós a las pequeñas tiendas de juguetes. En este sector, hoy triunfan también las grandes superficies. Y entre los compradores, la tendencia lleva a adquirir cada vez más juegos éticos, sostenibles, con materiales naturales, no sexistas y que no creen adicción a los pequeños.

Un grande en Lleida como Agustí Mestre asegura que “aún hay mucha gente que sigue con los colores tradicionales del rosa para la niña y el azul para el niño”. De hecho, las muñecas para ellas siguen en los puestos altos de las listas de regalos de Reyes, con estrellas de moda como los Bebés llorones o las Bellies y sin olvidar las hiperrealistas reborns, con modelos tan reales que pueden llegar a costar 500 euros. Eso sí, los juguetes bélicos cotizan a la baja. Otros juguetes que ya no enganchan son los derivados de series o películas infantiles de estreno. Ahora lo que se lleva son los productos generados en las redes sociales por youtubers, incluso entre los más pequeños.

Por otro lado, con la crisis se ha notado una pequeña disminución en el gasto familiar. El primer juguete de la lista copa buena parte del presupuesto y, para el resto, se miran mucho las ofertas y sobre todo el mercado del outlet, porque muchos juguetes no cambian demasiado de un año para otro.

Los juguetes que incorporan tecnología, una moda cada vez más en alza Los niños tienen acceso a las nuevas tecnologías cada vez a una edad más temprana. De hecho, según informes pedagógicos, tres de cada cuatro menores de 8 años ya las usan de forma habitual. Por ello, miniordenadores, robots que dibujan o pulseras que se pueden programar son también juguetes que ayudan a los más pequeños a familiarizarse con la tecnología mientras se divierten. Sin embargo, la relación de los más pequeños con la tecnología no está exenta de polémica. Muchos padres desconfían en dejar que sus hijos se acerquen en exceso a las nuevas tecnologías por el peligro de supone la adicción a los móviles, las pantallas e internet. Pero todo en la vida tiene su cara y su cruz. La implantación de miniordenadores ya es una realidad en muchos centros escolares. En este sentido, los psicólogos infantiles afirman que las nuevas tecnologías representan un recurso más en el ámbito de la educación, no un sustituto sino una suma en el área del conocimiento. Como regalo para los más pequeños, los videojuegos y nuevos dispositivos electrónicos ayudan a desarrollar aptitudes como la lógica, la estrategia y el ingenio; a vivir experiencias que no se pueden conseguir en la realidad y a fomentar actividades en equipo. La clave está en saber compaginar los juguetes tecnológicos con los tradicionales de toda la vida. De hecho, cada vez más se ofrecen juguetes híbridos: desde cocinitas con luces y sonidos a juegos de mesa electrónicos, mecanos con motor o peluches interactivos.