Sant Sebastià revive una fiesta centenaria en El Pont y La Seu

Las fiestas mayores de invierno culminaron ayer en muchas ciudades y pueblos leridanos con misas y procesiones en honor a Sant Sebastià. La tradición en El Pont de Suert se remonta al 1503, cuando se creó la Cofradia de Sant Sebastià tras una epidemia de peste. Más de 400 cofrades mantienen viva esta gran fiesta gastronómica que dura tres días y que está declarada Bé Cultural d’Interès Nacional. Solo los hombres pueden participar de las comidas, que preparan medio centenar de voluntarias y sirven niños y adolescentes. Uno de los puntos álgidos de la celebración es la misa y la procesión en honor al Santo, que ayer recorrió las calles de esta localidad. En Castellserà, decenas de personas llenaron la ermita dedicada al santo, donde se cantaron gozos y se repartieron trescientos panecillos bendecidos. Dos de los vecinos que se llaman Sebastián −actualmente son tres− siguieron la ceremonia en primera fila y, posteriormente, fueron los encargados de repartir los panecillos mientras los asistentes adoraban la reliquia del santo. Y en La Seu d’Urgell, la Germandat de Sant Sebastià celebró los actos centrales de esta festividad con una misa en la catedral, el reparto de panecillos bendecidos y la asamblea general ordinaria de la comunidad, que sirvió para nombrar al nuevo hermano mayor de la hermandad durante los próximos dos años. Se trata de Climent Miró, que substituirá a Francesc Viaplana.

Este último anunció que la Germandat potenciará las actividades culturales de la entidad en la ciudad. La voluntad, dijo, será la de realizar sesiones en las escuelas de la ciudad para dar a conocer la entidad, de la que ya forman parte cerca de 800 socios. Al acabar, tuvo lugar una comida popular que reunió a cientos de personas.