Luchar contra el cáncer en familia

El diagnóstico de un cáncer infantil cambia la vida de las familias a todos los niveles. Tres madres leridanas, socias de la Associació de Familiars i Amics de Nens Oncològics de Catalunya (Afanoc), explican a SEGRE las dificultades que se han encontrado en su lucha contra esta enfermedad coincidiendo con la conmemoración hoy del Día Mundial contra el Cáncer Infantil. Una de estas dificultades es la burocracia a la que se enfrentan las familias tras recibir el diagnóstico. “Cuando ves todos los trámites que debes hacer es una angustia añadida a la enfermedad”, señala Maite Montañés, madre de Lorena, a la que diagnosticaron una leucemia cuando tenía 6 años. “Debes buscar recursos y servicios como el reconocimiento de la discapacidad para lograr una mejor calidad de vida para tu hija”, explica Montañés. En su caso, la burocracia fue muy lenta y este reconocimiento llegó cuando su hija había fallecido. Por ello, reclama que la valoración de la discapacidad se haga desde el momento del diagnóstico. Las secuelas son múltiples. “Hay a nivel físico, emocional y psicológico y en muchos casos las familias deben costear servicios que necesitan sus hijos para paliar estas secuelas causadas por la enfermedad”. Así lo explica Esther Hernández, madre de Dídac, un adolescente de 16 años al que le diagnosticaron una leucemia cuando tenía 8. En su caso, esta madre resalta que “la vida te puede cambiar en un suspiro” y que el proceso no acaba con la vuelta casa. “El cáncer conlleva muchas pérdidas y duelos, algunas son temporales pero también hay otras que permanecen”, afirma Sílvia Cano, madre de Abel, al que diagnosticaron un neuroblastoma cuando solo tenía 2 años, ahora ya tiene 9. Para afrontar el trauma, esta madre ha reunido en un libro experiencias de familias leridanas en su lucha contra el cáncer infantil.