La Cursa de Llits más divertida

Las calles del centro histórico de Lleida se convirtieron ayer al mediodía en un circuito improvisado de carreras en una de las actividades ya más tradicionales del Carnaval de la capital del Segrià, la Cursa de Llits. Un total de trece camas con ruedas y unos 115 participantes, entre familias y grupos de amigos de todas las edades, recorrieron a toda velocidad el tramo comprendido entre la salida situada en la plaza Sant Josep –frente a la iglesia de Sant Llorenç– y la llegada en la plaza Sant Joan, pasando por puntos de ‘máxima dificultad’ como la calle La Palma, y siguiendo por la Catedral y la calle Major. Toda una serie de ingenios rodantes disfrazados de espantapájaros, cowboys, astronautas o caballeros medievales y también con diversos mensajes reivindicativos contra el consumismo y a favor de acciones contra el cambio climático. Y sin olvidar guiños políticos –al procés y el 1-O (“ni oblit ni perdó”) o al desplome de las pensiones–; televisivos, con una cama dedicada a La isla de las tentaciones; e incluso a polémicas locales como la del Club Banyetes.

La fiesta de la Cursa de Llits, coordinada por los Castellers de Lleida, culminó con la entrega del premio –determinado no solo por la velocidad sino también por la habilidad a la hora de cumplir con las diferentes pruebas a las que se sometieron los participantes–, que se llevó la ‘nave’ Apolo, de Balàfia, cuyos tripulantes disfrutarán de un viaje para cuatro personas ofrecido por Azul Marino Viatges. Las camas rodantes Espantadimonis, Fènix, L’abocador del consumisme y El Llit Èpic coparon las siguientes posiciones del concurso. Los concejales Jaume Rutllant y Joan Ramon Castro y los responsables de los Castellers presidieron la entrega de premios tras el animado Ball de Vermut en la plaza Sant Joan con Alea Quartet.