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Omella, al frente de los obispos
El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, fue elegido ayer nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en el marco de la Asamblea Plenaria de los obispos en Madrid, por mayoría absoluta y mediante voto secreto entre los 64 obispos, arzobispos, y cardenales que podían optar al cargo que desempeñará durante los próximos cuatro años. Omella, muy cercano al papa Francisco, se impuso a uno de los candidatos favoritos, el arzobispo Antonio Cañizares, y sustituirá en el cargo al cardenal Ricardo Blázquez. Juan José Omella nació en la localidad de Cretas, en la Matarraña el 21 de abril de 1946. Estudió en el Seminario de Zaragoza y en Centros de Formación de los Padres Blancos en Lovaina y Jerusalén. El 20 de septiembre de 1970 recibió la ordenación sacerdotal. El 27 de octubre de 1999 fue nombrado obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón (ver desglose) y desde el 2015 ejerce como arzobispo de Barcelona. Tras su nombramiento Omella, que forma parte del sector menos conservador de la Iglesia, subrayó que su voluntad es colaborar con todas las instituciones del Estado “porque estamos al servicio del bien común” y deseó “éxito” al Gobierno. Sobre la cuestión catalana afirmó que “cuando caminamos juntos, podemos conseguirlo y enfrentarnos, produce heridas y mucho dolor”. Por su parte el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, fue escogido vicepresidente de la CEE, en sustitución de Antonio Cañizares.
Fue titular de Barbastro entre 1999 y 2004 y ‘activo’ en el litigio
Omella fue nombrado en octubre de 1999 obispo de Barbastro-Monzón, donde ‘heredó’ de Ambrosio Echebarría el litigio con el obispado de Lleida por el arte del Diocesà. Hasta que en abril de 2004 accedió al obispado de Calahorra y La Calzada-Logroño, Omella se mostró muy activo en el ámbito eclesiástico en contra de los recursos del obispo Ciuraneta para salvar el arte. En 2015, como nuevo arzobispo de Barcelona, recordó que “Lleida debe entregar el arte”. En una visita a Lleida en 2018 dijo que “no me gusta ir al juez, pero si no hay más remedio...”.