Lleida pide ayuda a la Verge dels Dolors

Por primera vez en noventa años, la Congregación de Nostra Senyora dels Dolors de Lleida colocó ayer la imagen de su patrona en el altar mayor del oratorio de la calle Cavallers, por el que pasaron una decena de fieles para rezar y encender velas contra la crisis del coronavirus. Según el oficial de junta de la cofradía, Jordi Díaz, la última vez que se sacó a la Mare de Déu dels Dolors de su camarín fue en 1930, cuando se registró un brote de cólera en la ciudad. “Se trata de un acto simbólico para contribuir a la lucha contra la pandemia”, explicó Díaz, quien apuntó que “en ningún momento hemos hecho un llamamiento para que la gente salga de casa. Al contrario, sobre todo hemos recibido mensajes de leridanos −algunos de ellos profesionales del hospital Arnau de Vilanova− que nos han pedido que pongamos una vela y recemos por ellos en estos momentos tan difíciles”. Durante las cuatro horas que permaneció abierto el oratorio, se registró una baja afluencia de devotos, que tuvieron que respetar un cordón de seguridad y desinfectarse las manos. “La mayoría son trabajadores del Eix Comercial que pasaban por el lugar y aprovecharon para ver a la virgen”, dijo Díaz, añadiendo que “solo con saber que la Mare de Déu está en el altar mayor hay mucha gente que desde su casa se siente plena”.

En solidaridad con los confinados y para agradecer el trabajo de todo aquel que lucha para controlar la pandemia, las iglesias catalanas tocarán las campanas cada día a las 12.00 horas, coincidiendo con la plegaria del Ángelus.