INICIATIVAS SOLIDARIDAD
“Fábricas” de mascarillas en casa
Vecinos de Soses, Aitona, Massalcoreig, La Granja y Torres las confeccionarán para apoyar al personal sanitario || Una empresa de Rubí busca voluntarios para distribuir más en Lleida
Vecinos del Segrià se han unido para paliar la falta de material sanitario para afrontar la amenaza del coronavirus y han decidido confeccionar mascarillas para el personal de los centros hospitalarios de Lleida. Todo comenzó ayer en Soses cuando la alcaldesa, Sandra Marco, y el equipo de gobierno consultaron cómo podían elaborarse mascarillas desde casa, ante las reiteradas consultas vecinales.
La primera edil, explicó que preguntaron a una médico local cómo hacerlo y se corrió la voz, de modo que “una vecina que es enfermera del Santa Maria me llamó y me propuso emitir un bando para buscar voluntarios que quieran confeccionar mascarillas en casa”. Poco después de publicarlo, se habían sumado vecinos de Soses y de localidades vecinas como Aitona, Massalcoreig, La Granja d’Escarp y Torres de Segre. “Todo el mundo tiene en casa sábanas de algodón”, señaló Marco. Basta con cortarla, hasta hacer dos capas de ropa y darle forma para que llegue a la nariz, la barbilla y las orejas. La mercería local donó gomas y cintas para completar la pieza, reutilizable y debe desinfectarse lavándola a altas temperaturas. “No son para el quirófano”, señaló Marco, pero sí servirán al personal en el día a día. La respuesta está siendo tan amplia que “cuando tengamos claro cómo se confeccionan las batas, también las haremos”, dijo.
Mientras tanto, en el resto de Ponent se multiplican iniciativas similares. Dos vecinas de Torà, Josefina Doncell, trabajadora de la residencia del pueblo; y Maria Teresa Cantacorps, voluntaria de Càritas de Torà, fabrican mascarillas de tela para donarlas a la residencia del municipio, que cuida de 22 ancianos. Asimismo, en El Pont de Suert, Mireia Villa tiene un taller y una tienda de ropa que, como otros muchos negocios, ha cerrado por las restricciones provocadas por el coronavirus. Villa aprovecha sus conocimientos de costura y, desde su taller, cose mascarillas de neopreno que dona al CAP, la farmacia y la residencia.
Entre tanto, en la localidad barcelonesa de Rubí, la empresa Robin Hat, fabricante de gorros de quirófano, reúne a voluntarios que fabrican mascarillas para centros médicos. El gerente, Javier Garrido, indicó que la firma recibe algodón y goma de donaciones y que ayuntamientos cooperan distribuyendo esta materia prima entre los voluntarios y recogiendo las unidades acabadas. Los hospitales las lavan a 90 grados para esterilizarlas antes de usarlas. Garrido indicó que un millar personas en Catalunya participan en esta iniciativa, aseguró que también hay interesados en Lleida y avanzó que buscan colaboración de entes locales.
Según Garrido, las mascarillas que fabrican están elaboradas con algodón o el llamado “tejido no tejido” (fibras unidas sin proceso de tejido). Una vez obtenido este material se corta en pliegues para que se adapte bien a los distintos tipos de cara y se le añaden las gomas. Por último, se distribuye en los distintos centros sanitarios donde antes de usarse, las mascarillas deben ser esterilizadas lavándolas a alta temperatura.