ESNOTICIA
Afrucat plantea regularizaciones temporales de inmigrantes para trabajar de temporero
En previsión de los graves problemas de falta de mano de obra que puede suponer el cierre de fronteras || Unió de Pagesos, por su parte, apuesta por priorizar la contratación de personal de proximidad
Las medidas de contención y erradicación del coronavirus, por ejemplo el cierre de fronteras, multiplicará las dificultades de los agricultores y centrales frutícolas esta campaña, como publicó ayer SEGRE. Ante esta situación, la patronal del sector, Afrucat, plantea que se puedan conceder regularizaciones temporales a inmigrantes sin la documentación en regla y que en sus condiciones actuales no pueden ser contratados para que puedan emplearse legalmente como temporeros, bien en campo, bien en las centrales frutícolas de la provincia. La primera preocupación se centra en las labores de aclarado, pero ante la perspectiva de que la crisis sanitaria y el cierre de fronteras se pueda alargar, se temen que también se den en plena campaña de recogida, primero en la cereza, y luego en melocotones, nectarinas y paraguayos. El director de Afrucat, Manel Simon, considera que la regularización de inmigrantes no provocaría ningún efecto llamada, porque con las restricciones actuales no podrían entrar en territorio español.
Por su parte, Unió de Pagesos ha pedido priorizar una contratación de proximidad para asegurar la campaña agraria y evitar grandes desplazamientos de los trabajadores ante la pandemia de coronavirus. Así lo ha planteado en reuniones con las consellerias de Trabajo, y de Agricultura.
El sindicato quiere poder emplear a menores en edad de trabajar y jóvenes extutelados sin autorización
Urge a articular medidas para que el sector pueda disponer de la mano de obra necesaria y los trabajadores del campo puedan acceder a las ofertas laborales con las condiciones necesarias.
Insiste en reforzar la contratación de proximidad, ya que ésta ofrece oportunidades a personas que ya residen en el territorio, evita desplazamientos largos, minimiza la necesidad de alojamiento, ordena la circulación de personas y favorece la conciliación familiar de los temporeros.
La organización agraria defiende que puedan trabajar los menores extranjeros en edad laboral, que puedan acceder personas en situación irregular y jóvenes extutelados sin autorización de trabajo.
El presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué, advirtió que puede representar una dificultad añadida para los agricultores, inmersos en una grave crisis de precios en los últimos años.
Se preguntó, por ejemplo, como deberán actuar en materia de distancias de seguridad.
Afirma que muchas cámaras de fruta podrían incrementar su plantilla fija, con picos de demanda que podrían cubrirse con otras contrataciones. Con todo, considera que es urgente cambiar un modelo que, se lamenta, está “basado en la precarización”.