SEGRE

ESNOTICIA

Cuando la vida da un vuelco

“Lo peor no son estos primeros días, sino la incertidumbre de cuánto va a durar la crisis”

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Creado:

Actualizado:

Parece que haga media vida, pero fue tan solo hace un par de semanas. El domingo 8 de marzo el Baix Segre se llenó de turistas que tuvieron un anticipo de primavera con el espectáculo natural de la floración de los árboles frutales. Solo en Aitona, epicentro del llamado Fruiturisme, ese día se hicieron siete viajes en globo para contemplar el mar rosa. Hubo miles de visitantes, incluido un grupo de 160 filipinos. Por la tarde se pasó del rosa de las flores al lila reivindicativo. El Día Internacional de la Mujer sacó a miles de personas a la calle en todo el mundo. El Lleida se exhibió ante el Vila-real ganando 3 a 0 y el Barça recuperó el liderazgo de la Liga. Ese mismo domingo se confinó Castellserà durante doce horas al activarse el protocolo por coronavirus tras fallecer una mujer con problemas respiratorios. Dio la alerta una amiga que había viajo con ella a Benidorm con un grupo del Imserso y tenía dolor de garganta. La difunta dio negativo, pero su amiga se convirtió al día siguiente en el primer caso confirmado de Covid-19 en las comarcas leridanas. Empezaban lo que el periodista y escritor Carlos del Amor ha bautizado con un título de Vetusta Morla, Los días raros.

El 66 % no desconectaba del trabajo ni durante 30 minutos al día, lo que supone un cambio drástico

La psicóloga Rosa M. Pérez destaca que “ahora somos conscientes de muchas pequeñas cosas”

El día 11 el Museu de Lleida acogió la donación de 1.001 grabados de la colección Gelonch-Viladegut, que incluyen obras de Rembrandt, Goya, Picasso, Miró o Warhol. Estaba llamada a ser una exposición multitudinaria. Sin embargo, solo la vieron los periodistas y políticos, con la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, al frente, que asistieron al acto institucional. El Museu de Lleida (como todos los museos) está cerrado al público y tanto el director, Josep Giralt, como el resto del equipo trabajan desde casa. Ese viernes se cancelaron las clases y todo se precipitó. “Es innegable que la vida nos ha cambiado de manera radical”, explica la psicóloga Rosa Maria Pérez. Lo que hasta hace escasos días era el argumento de una película de ciencia ficción, ahora es una realidad incontestable. “La parte positiva del confinamiento es que nos ha hecho ser conscientes de la importancia de las pequeñas cosas”, añade Pérez. “Ir a comprar la pila del reloj, que se ha acabado, o detenerte a mirar un escaparate se ha convertido en un lujo que no nos podemos permitir”. En palabras de Carlos del Amor, hasta “se echa de menos madrugar y comerse un atasco”. La crisis sanitaria también ha activado las redes vecinales, familiares... “Ahora que no podemos vernos en persona ni abrazarnos estamos más en contacto que nunca con nuestros seres queridos. Hablamos más por teléfono y mandamos mensajes a gente con la que hace tiempo que no teníamos relación”. Sirva como ejemplo la fabricación de mascarillas caseras que de Soses se ha extendido a casi todos los pueblos de Ponent. Pero Pérez advierte que esta primera semana de confinamiento, aunque sea extraña, es la “fácil”. Lo peor vendrá a partir de ahora. “La incertidumbre de no saber cuándo acabará esta crisis sanitaria puede ser angustiosa”, sobre todo para quienes hayan perdido el trabajo o tengan que pasar la cuarentena “en una casa pequeña donde ni siquiera hay un balcón”.

Para esta psicóloga lo importante es dejar de hacer planes a corto y medio plazo, “porque será frustrante”, ya que no depende de nosotros mismos recuperar la libertad perdida y volver a la normalidad. “Tenemos que aprender a vivir el día a día. Siempre nos faltaban horas y ahora nos sobran y tenemos que gestionarlas bien”, porque en estos días raros hay peleas por sacar la basura “porque sacarla es un sábado noche”, según del Amor. Sobre si quedaremos tocados, Rosa Maria Pérez es prudente. “Es pronto pasa saberlo. En una semana la vida nos ha dado un giro inesperado, pero todavía estamos en la fase de descubrimiento”. Si se alarga en exceso el confinamiento, puede que la salud mental de la sociedad se resienta. “No soy pesimista, pero sí que me preocupo”, sentencia.

Imaginación al poder para hacer más llevadera la ‘cuarentena’ Basta con darse un paseo virtual por Instagram para constatar que el Covid-19 nos ha cambiado literalmente la vida. En pocos días, se ha pasado de recorrer los campos en flor del Baix Segre, apurar la temporada de esquí, participar en una calçotada o hacer una comida en familia a estar las 24 horas encerrados en casa por prevención y para ayudar a contener la pandemia. Imaginación al poder para hacer más llevadera esta cuarentena, sobre todo cuando hay niños en casa. La familia Vàzquez-Sans, que solo unas semanas antes del confinamiento se encontraba esquiando, se conforma ahora con una partida de Scrabble o con ejercicios gimnásticos en familia. Los cuatro hermanos Ferre-Vallvé hace pocas semanas asistieron al multitudinario concierto del grupo Xiula en el Auditorio, ajenos al confinamiento que se acercaba. Ahora se divierten confeccionando un futbolín casero. Porque estar en casa no tiene por qué ser aburrido. El pequeño Leo Gallego paseaba junto al mar en brazos de su padre en Tarragona hace unas pocas semanas. Ahora también se lo pasan bien juntos, pero con un circuito de obstáculos en el salón de su casa documentado por su madre, la fotógrafa Laia Navarra. La cuarentena ha cambiado las normas y las rutinas, pero hay que buscar fórmulas para reponerse del mazazo que supone luchar contra un enemigo invisible.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia  el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

Pocas semanas separan estas fotos en las que la familia Vàzquez-Sans cambia el esquí al aire libre por el Scrabble en casa.

tracking