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Los 'fallaires' temen que el confinamiento se lleve por delante su fiesta este 2020
El mundo de las fallas del Pirineo teme que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus trunque la celebración de su tradicional fiesta que está previsto que comience a mediados de junio. En este sentido, el primer descenso está programado para el día 17 de junio en La Pobla de Segur, seguido de los de Isil o Alins del día 23 del mismo mes. Sin embargo, la preparación de las fallas comienza bastante tiempo antes ya que es necesario cortar la madera con antelación para dejar que se sequen las antorchas y así puedan prender durante la bajada. Algunos municipios como Alins ya tienen los troncos cortados y otros, como Alòs de Isil, prácticamente descartan esta opción y piden a quien quiera participar que se elabore la suya. Por su parte, los fallaires de Isil aseguran que, si llegado el día no han podido cortar las maderas ni dejarlas secar, “buscaremos soluciones imaginativas”, mientras que los de La Pobla de Segur siguen de cerca la evolución de la crisis y destacan que todavía tienen margen tanto para ir a buscar la madera como para elaborar sus fallas. En la Alta Ribagorça también están a la expectativa y confían en tener el suficiente tiempo para organizar todas sus baixades. Finalmente, otro de los temores de las asociaciones fallaires es que, aun habiéndose levantado el estado de alarma, no se puedan celebrar fiestas multitudinarias. En caso de que sea así, confían en poder hacerla de manera íntima y sin público.