RELIGIÓN SEMANA SANTA
El papa critica el “egoísmo” causado por el coronavirus
El papa presidió ayer la misa del Domingo de Resurrección en una basílica de San Pedro vacía por las restricciones ante la emergencia provocada por el coronavirus. En concreto, la ceremonia religiosa se llevó a cabo en el altar de la Cátedra, aunque el pontífice no pronunció la homilía ya que más tarde impartió la bendición ‘a la ciudad y al mundo’ desde el centro de este mismo templo. En esta celebración litúrgica los católicos celebran la Resurrección de Cristo. El papa arremetió contra el “egoísmo”, la “indiferencia” y la “división” ante un mundo “abrumado por la pandemia” provocada por la Covid-19, al tiempo que pidió a Europa que deje a un lado las “rivalidades” y encuentre “soluciones innovadoras”. “La Unión Europea se encuentra frente a un desafío histórico, del que dependerá no sólo su futuro, sino el del mundo entero. Que no pierda la ocasión para demostrar, una vez más, la solidaridad, incluso recurriendo a soluciones innovadoras”, señaló el pontífice tras la bendición ‘Urbi et Orbi’. Además, instó a los países miembro de la UE a abandonar con “urgencia” las “rivalidades” que los enfrentaron en la Segunda Guerra Mundial y que se reconozcan como miembros de una “familia”. “Es la única alternativa al egoísmo de los intereses particulares y a la tentación de volver al pasado, con el riesgo de poner a dura prueba la convivencia pacífica y el desarrollo de las próximas generaciones”, añadió. En su alocución, el papa también recordó a los afectados por el virus. “Para muchos es una Pascua de soledad, vivida en medio de los numerosos lutos y dificultades que está provocando la pandemia, desde los sufrimientos físicos hasta los problemas económicos”, constató el pontífice durante la bendición.