Las 'caramelles' ganan al virus

Las comarcas de Lleida mantienen viva la tradición de las ‘caramelles’ del domingo de Pascua, que este año también se han tenido que adaptar a la crisis sanitaria del coronavirus y las restricciones de movilidad del estado de alarma. A pesar de que algunas localidades como Castellserà este año optaron por suspender la actividad, otras muchas han hecho volar la imaginación para conservar, a pesar del confinamiento, una de las tradiciones más antiguas de toda Catalunya. En Verdú, el músico Eduard Boleda tomó la iniciativa y, acompañado de dos de sus hijos, empezó a cantar a través de los altavoces instalados en el balcón de su casa. El resto de vecinos también se sumaron a la iniciativa y, desde sus balcones y ventanas cantaron, entre otras canciones, Mones de Pasqua y una versión contra el coronavirus del Aleluya de Leonard Cohen, ideada por Eduard y Flavià Boleda. Por otro lado, la Coral Infantil Mestre Güell de Tàrrega optó por hacer un llamamiento en las redes sociales animando a la ciudadanía a cantar en sus domicilios, grabarlo en vídeo y compartirlo por las redes sociales. También de forma telemática, cantaron el Orfeó Nova Solsona, la Coral Infantil Nova Cervera y vecinos de La Pobla de Segur, que lo retransmisión en directo a través de YouTube. Asimismo, el alcalde del Palau d’Anglesola, Francesc Balcells y otros dos vecinos cantaron en el centro de esta localidad del Pla d’Urgell, ataviados con mascarillas y respetando la distancia de seguridad. Artesa de Segre, Tremp, Vilanova de Bellpuig, Guissona también cantaron ‘caramelles’, entre otros municipios.

El Poal reparte huevos de Pascua a más de 70 niños El ayuntamiento del Poal entregó ayer decenas de huevos de Pascua a los vecinos más pequeños. Para garantizar que ningún niño se quede sin la mona, o al menos una figura de chocolate, a causa de las restricciones de movilidad, el alcalde Rafel Panadés y tres concejales entregaron estos dulces a un total de 73 niñas y niños menores de doce años que, a cambio, entregaron un dibujo de un huevo de Pascua. Según Panadés, la iniciativa surgió tras la suspensión de las fiestas del Roser, que se celebra a principios mayo. El ayuntamiento tenía previsto destinar una parte del presupuesto de la fiesta a actividades infantiles, que ahora se han destinado para comprar más de 70 de estos huevos.