Un Lunes de Pascua diferente

Sin duda la Semana Santa de 2020 pasará a la historia por ser una de las más atípicas. Sin embargo, el confinamiento no pudo con la ilusión y las ganas de los leridanos por disfrutar del tradicional Lunes de Pascua desde sus hogares. Fueron muchos los que optaron por hacer la mona en casa, siendo, como no podría ser de otra manera, los más pequeños los auténticos protagonistas. La ocasión propició una masterclass con creaciones de lo más originales, en las que no faltaron las figuras de chocolate, de todos los colores y tamaños. Hubo familias que hicieron la mona incluso en la distancia, a través de videoconferencia, como en el caso de las hermanas Puig Bergalló, que conectaron sus hogares en Artesa de Segre, Lleida y Bellpuig para hacer el tradicional pastel. Tampoco faltaron las videoconferencias para agradecer a los padrins la mona e incluso a los que las recibieron gracias a que las pastelerías también hicieron reparto a domicilio para sorprender a niños y niñas con el típico dulce de estas fechas. Los comercios redoblaron esfuerzos también para atender a los clientes que se desplazaron a las pastelerías a buscar la mona, en una mañana que amaneció lluviosa en Ponent. Los municipios de Ponent y del Pirineo se volcaron por engalanar balcones para celebrar un Lunes de Pascua diferente, en el que tampoco faltaron las iniciativas de algunos grupos para que ningún niño se quedara sin mona. Es el caso de Fígols i Alinyà, donde el grupo El Caliu repartió un obsequio en cada casa y también uno a cada niño y niña de este municipio del Alt Urgell.

Una tradición que este año dejó imágenes insólitas de los parques, recintos, masías y jardines vacíos para cumplir con el estado de alarma, como en Les Basses de Alpicat, que ayer tenía clausurados los accesos. Un Lunes de Pascua que, pese a todo, cosechó ilusión y sonrisas.